Ya es oficial. Hillary Clinton ha hecho historia convirtiéndose en la primera mujer de los Estados Unidos que aspira a presidir la Casa Blanca por uno de los dos partidos más importantes del país y se disputará la carrera a la presidencia con el candidato republicano, Donald Trump.

Su rival a la candidatura, Bernie Sanders, pidió ayer el voto para su contrincante y, aunque prometió que su movimiento progresista continuaría, cedió a sus delegados a la exsecretaria de Estado, como hizo ella misma en el 2008 con Barack Obama.

Entre aplausos y aclamaciones, los demócratas la han ratificado como candidata a la Convención Demócrata de Filadelfia, por más de 2.383 votos –concretamente 2.842–, que son los que necesitaba para establecerse como candidata a la carrera para la presidencia de los EE.UU. Sanders, de su lado, recibió 1.865 votos y hubo un total de 56 abstenciones.

A pesar de que no estaba previsto que Clinton saliera a decir algunas palabras porque la candidata demócrata siguió la convención desde su casa en Nueva York, sorprendió a los suyos haciendo una intervención por sorpresa a través de una pantalla, desde dónde agradeció a los asistentes su nombramiento. "Es un honor increíble", dijo emocionada, y añadió que "no me puedo creer que hayamos abierto la grieta mayor de este techo de cristal".

Dirigiéndose a las niñas norteamericanas, Clinton puso de relieve que "puede ser que me convierta en la primera presidenta de los Estados Unidos, pero la próxima puedes ser tú". Mañana, Clinton, hará su primer discurso como candidata oficial.

Más fuertes juntos

Su marido y ex presidente de EEUU, Bill Clinton, salió a elogiar a su mujer y envió un mensaje a los latinos y musulmanes para que apoyen la candidata demócrata en detrimento de su rival Trump. "Si usted es musulmán y estima EEUU y la libertad, y odia el terror, quédese aquí y ayúdenos a ganar", exclamó.

"Hillary nos hará más fuertes juntos", clamó, y acusó a los republicanos de haber creado una "caricatura" de su mujer para competir con ella, en lugar de enfrentarse a la Clinton "real".