Bruselas está estudiando entrenar al ejército ucraniano. Los ministros de Defensa de la Unión Europea ha iniciado este lunes una reunión informal en Praga donde hablarán de la posibilidad de crear una "importante misión de entrenamiento" militar a las tropas de Ucrania, para que aprendan a usar las armas que los europeos le entreguen en la guerra. El conflicto en Ucrania centrará el encuentro, que se pondrá en marcha esta tarde con una cena de trabajo y que culminará mañana, y acto seguido, se reunirán los ministros de Exteriores finos el miércoles que viene, que abordarán la opción de limitar los visados para los ciudadanos rusos que quieran entrar a la UE.

Las dos reuniones estarán presididas por el alto representante de la UE para Asuntos exteriores, Josep Borrell, quien en una entrevista con EFE defendió que la misión de entrenamiento tendría que ser la "más potente" de todas las que ha realizado la UE en países como Somalia, Mali o la República Centroafricana. "Tendría que ser la más potente porque estamos ante la situación más grave" en Europa, dijo el jefe de la diplomacia europea, sobre una propuesta que dan apoyo a "una gran mayoría de estados miembros".

La medida no es completamente nueva, porque países como Polonia o Alemania ya están formando a los soldados ucranianos a manejar el armamento militar que les están proporcionando, pero permitiría a los estados miembros llevar a cabo el entrenamiento bajo el paraguas de la UE. No obstante, en caso de obtener el visto bueno de los Veintisiete, la misión no se aprobaría mañana, al tratarse de una reunión informal, a la cual se sumará el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, por videoconferencia. En el marco de la guerra de Ucrania, los ministros discutirán también la compra conjunta de armamento en el ámbito comunitario, tal como propuso la Comisión Europea en mayo, con un desembolso inicial de 500 millones de euros para restablecer unas reservas para el apoyo a Kiev.

"Por descontado sería una misión importante", dice Borrell: "Estamos ante una guerra de gran escala, una guerra convencional de las de verdad, no una guerra asimétrica de guerrillas o de atentados terroristas aquí y allí. Estamos ante una guerra que moviliza medios extraordinariamente importantes y centenares de miles de soldados. Por lo tanto, cualquier misión tiene que estar a la altura del conflicto. Esta no es una guerrita, como alguien ha dicho (en alusión al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla). Diez millones de ucranianos han dejado su país. Es como si el 20% de los españoles se hubieran ido de España".

Según Borrell, la misión no se realizará en Ucrania: "Estará en países próximos donde ya hay misiones de formación. Ya se ha formado a muchos soldados ucranianos en Polonia, República Checa, el Reino Unido y Francia. Cuando se proporcionan armas, hay armas que son sofisticadas y que se tienen que saber utilizar. Y para eso se requiere una formación. Cuando Francia proporciona un tipo de arma específica, los soldados ucranianos tienen que ser formados para usarlas. Pero no se realizará esta misión en territorio de Ucrania".