Los ucranianos podrían sufrir uno de los inviernos más fríos de las últimas décadas. Eso es lo que ha expresado el jefe de la compañía estatal de gas Naftogaz, Yurii Vitrenko, ya que los termostatos de sus sistemas de calefacción centralizados de la era soviética están configurados para encenderse más tarde y apagarse. En este sentido, ha expuesto que la temperatura interior se establecería entre 17 y 18 grados, unos cuatro grados menos del normal, y ha aconsejado a la gente que sean precavidos y tengan mantas y ropa de abrigar cuando las temperaturas bajen más allá de los 10 grados negativos.

La "temporada de calefacción", periodo donde la calefacción central está encendida, llegará más tarde y acabará antes, ha detallado Vitrenko. Pero resulta que, Ucrania también depende de los aliados internacionales para no pasar frío. En este contexto de frío y guerra, Ucrania está pendiente de que le proporcionen los fondos necesarios para importar 4.000 millones de metros cúbicos de gas, y que no haya sorpresas, como por ejemplo, que Rusia destruya la infraestructura de gas o reduzca todavía más el suministro de gas a Europa.

"Sin el apoyo económico (occidental) nos faltará gas y eso quiere decir que tendremos riesgos muy altos que el sistema eléctrico caiga", ha destacado Vitrenko y recopilación el diario The Guardian. En este sentido, se destaca que la compañía Naftogaz proveyó de gas algunas centrales eléctricas porque si no, no habría habido luz. "Sin las importaciones de gas, habrá apagones en gran parte de Ucrania", ha constatado. Además, no solo se está hablando de luz. También destaca que es posible que algunos hogares se queden sin calefacción. "Si no tenemos 2.000 millones de metros cúbicos de gas, querrá decir que algunas casas no tendrán bastante calefacción, es decir, hará frío".

Ucrania produce el 60% del gas que necesita

Ucrania produce cerca del 60% del gas que necesita internamiento e importa al resto de sus vecinos de la Unión Europea a precios de mercado. El país dejó de comprar gas ruso en el 2014, cuando Rusia se anexionó Crimea y ocupó algunas zonas del área del Donbás. A pesar de no comprarlo directamente, todavía consume gran parte del gas ruso que llega a través de los proveedores de la UE. Eso, cuando menos, es lo que ha estado pasando hasta ahora.

Este sistema fue ideado para que Rusia no utilizara el gas para influir Ucrania ni hacer chantajes. Los contratos de gas entre Rusia y Ucrania fueron una gran fuente de corrupción durante mucho tiempo. De hecho, políticos ucranianos, destaca el The Guardian, permitieron que Rusia controlara asuntos internos del país a cambio de dar el gas más barato. Un hecho que podría haber pasado factura a varias esferas políticas y económicas del país, comportando también consecuencias sociales.

Ucrania necesita 10.000 millones de dólares para importar gas (10.062,35 millones de euros). Hay que resaltar, pero que Ucrania está ahora mismo en guerra y tiene un país por reconstruir de bombardeos y destrozos. Ciudades enteras se tendrán que reconstruir. De hecho, la semana pasada un artículo de opinión del The Guardian, señalaba que Ucrania tiene un déficit presupuestario de 5.000 millones de dólares (4.990,52 millones de euros) en el mes a causa de la guerra. Pero se calcula que el coste de la reconstrucción será mucho más alto. Vitrenko ha verbalizado que Ucrania confía en sus aliados, pero también ha puesto sobre la mesa que tener confianza en una guerra es "muy difícil".

Ahora bien, a pesar de las buenas voluntades de los aliados, las cosas podrían cambiar en cuestión de según. Por ejemplo, si Rusia apunta cualquiera de las infraestructuras de gas, plantas de energía o instalaciones de producción de gas críticas de Ucrania. En torno al 50% de los yacimientos de gas de Ucrania se encuentran en la región de Járkov, a unos seis kilómetros y medio de la línea de guerra. Si eso o las instalaciones de almacenaje de Ucrania resultaran dañadas, Ucrania necesitaría importar más gas. Por lo tanto, más dinero. Y otro problema que podría comportar la guerra, es que Rusia decida reducir el suministro de gas a la UE, elevando los precios del gas y la electricidad.

Sea como sea, será un invierno complicado, porque además de estas dificultades, hay que tener en cuenta el aumento de precios que ha comportado la guerra y también el paro endémico a consecuencia de la situación que atraviesa el país. Ucrania está preparando kits de emergencia que podrían atender hasta 200.000 personas, incluyendo calderas móviles, unidades de calefacción y generadores de energía. Unos kits que desde las mismas empresas constatan que no serán suficientes para las grandes ciudades.

 

Imagen principal: oficina bombardeada en Járkov / Efe