La estatua de Winston Churchill a las afueras del Parlamento de Westminster, en Londres, ha tenido que ser fuertemente blindada para protegerla de las protestas antirracistas que se están produciendo por todo Occidente a raíz de la muerte de George Floyd en los Estados Unidos.

De hecho, el monumento ya no se puede ver, ya que está dentro de un bloque metálico que la tapa por completo. La medida se ha tomado después de que la escultura en recuerdo del histórico primer ministro británico durante la II Guerra Mundial recibiera pintadas en las últimas manifestaciones.

Lo que los manifestantes antirracistas reprochan a la fugura de Churchill es su papel como oficial y como político durante la etapa colonial británica. Sin embargo, Churchill fue el máximo responsable de la defensa de las islas británicas frente el creciente poder del régimen nazi alemán.