Taylor Swift es considerada la mayor estrella del pop de Estados Unidos y del mundo, tiene 279 millones de seguidores en Instagram y es una de las personas más influyentes del planeta. Su gira The Eras Tour ha roto todos los récords (ha ingresado más de 700 millones de dólares en entradas y merchandising); el documental sobre su concierto ha ingresado 164 millones de dólares y tiene una fortuna estimada en más de mil millones de dólares (unos 946,7 millones de euros). No es de extrañar, pues, que todo el mundo busque convertirla en un arma de propaganda para sus intereses, lo que la convierte, también, en un poderoso enemigo temido por quienes no la tienen de su lado. En este contexto, Taylor Swift se ha convertido en el objetivo del partido demócrata para lograr que apoye públicamente a su candidato, el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mientras que los aliados de Trump la ven como una gran amenaza y han iniciado una cruzada para desprestigiarla. El caso está copando horas en las televisiones norteamericanas y artículos en la mayoría de los diarios generalistas del país.

Una influencia contrastada

La influencia de Taylor Swift quedó demostrada el pasado septiembre cuando la cantante hizo una publicación animando a sus 279 millones de seguidores, especialmente a los más jóvenes, a registrarse en el censo para poder votar en las elecciones. "He tenido mucha suerte de veros a muchos de vosotros en mis shows en Estados Unidos recientemente. Os oí alzar la voz y sé lo poderosa que es", pubicó en sus stories de Instagram. "¡Aseguraos de estar preparados para utilizarlas en nuestras elecciones de este año!", escribió Swift, que en 2023 fue escogida "persona del año" por la revista Time. Su publicación incluía un enlace para registrarse en Vote.org y el efecto fue inmediato. El sitio web al que dirigió a sus fans, una organización no partidista y sin ánimo de lucro, contabilizó más de 35.000 registros, según la organización. Los 35.252 nuevos registros fueron la mayor cantidad desde 2020 y supuso un aumento del 23% con respecto al año anterior. El número de jóvenes de 18 años registrados fue más del doble en 2022.

Aunque las letras de Taylor Swift son apolíticas, la influencia de Swift y el temor de los trumpistas a que pueda ser una gran aliada de los intereses de Biden se sustentan en la postura que la cantante tuvo en 2018, durante las elecciones de medio mandato de Estados Unidos, cuando apoyó a los candidatos demócratas de su estado, Tennessee, para que empezara "el proceso curativo que tanto necesitaba" su país. Además, se mostró contraria al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este episodio ha alimentado las esperanzas de los demócratas de que la cantante pudiera posicionar de nuevo con vistas a las elecciones que se celebrarán dentro de diez meses, pero Swift no ha abierto la boca sobre esta polémica.

Según The New York Times, "Joe Biden designó a dos de sus funcionarios de más confianza en la Casa Blanca para que cogieran el timón de su campaña de reelección en Wilmington, Delaware, después de que Trump tomara el control de las primarias republicanas más rápidamente de lo que esperaban los asesores de Biden. Otros colaboradores del presidente están elaborando listas de posibles representantes, incluidos personas con cargos electos, influyentes en las redes sociales y el apoyo de su sueño más salvaje: la superestrella mundial Taylor Swift".

A raíz de este artículo, la maquinaria trumpista se puso en marcha, tanto en las redes sociales como en la cadena Fox, para acusar a la cantante de formar parte de una conjura del pentágono, e incluso se destapaba una teoría conspiranoica por la que la NFL está manipulada para hacer campeones de la Superbowl a los Chiefs, donde juega el novio de Swift, y que la pareja aprovecharía el momento de máxima euforia para dar apoyo a Biden.

Superbowl, el gran altavoz

Precisamente este es el temor de Trump y de sus seguidores, que Taylor Swift pudiera utilizar el gran altavoz de la Superbowl, uno de los acontecimientos deportivos más mediáticos del mundo, con millones de espectadores, para dar apoyo público al presidente demócrata. Pero, ¿por qué la Superbowl?, porque su relación con Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs de la NFL, vigente campeón de la competición y uno de los finalistas de la Superbowl que se celebrará el 11 de febrero en Las Vegas, donde se enfrentará a los San Francisco 49ers, la ha puesto en el escaparate de la cita. Swift ha sido una habitual seguidora de los Chiefs desde que empezó su relación con el tight end (ala cerrada, posición de la línea ofensiva), suele lucir la camiseta con el 87 de Travis Kelce, y el pasado domingo no dudó en saltar al campo para dar un apasionado beso a su chico cuando los Chiefs consumaron su clasificación para la final de la Superbowl derrotando a los Ravens de Baltimore. Todo el mundo da por hecha la presencia de la cantante en la final de Las Vegas para apoyar a Kelce, pero no está tan claro que pueda llegar. En esas fechas, del 7 al 10 de febrero, tiene cuatro conciertos programados en Tokio, el último de ellos un día antes de la Superbowl, y aunque la diferencia horaria juega a su favor, habrá que ver si llega a tiempo.

Swift también es objeto de deseo en Europa

Pero Taylor Swift y su poder de influencia no es solo objeto de deseo de Biden. En Europa también se la considera una de las personalidades que quieren movilizar a la gente joven con vistas a las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar entre el 6 y el 9 de junio de este año. A la Comisión Europea le preocupa el porcentaje de movilización de la gente joven, y espera que si se produce una alta participación juvenil, eso pueda convertirse en un muro de contención contra "la oleada de populismo y odio que amenaza a Europa" por culpa de los partidos de extrema derecha", según reconoció Margaritis Schinas, vicepresidente para la Promoción del estilo de vida europeo de la Comisión, el pasado 10 de enero. Margaritis Schinas puso como ejemplo de la colaboración que conecta con la gente joven a la cantante norteamericana Taylor Swift. En este sentido, el dirigente comunitario recordó que Swift estará en el continente europeo el 9 de mayo, ya que dará un concierto en París. "Espero que alguien de su equipo esté siguiendo esta rueda de prensa y pueda transmitirle esta petición". También se ha especulado sobre que la catalana Rosalía pueda ser una de esas personalidades que busca la Comisión Europea para captar el voto juvenil, lo que provocó la indignación de Vox, que cargó contra la cantante, que en 2019 ya demostró su animadversión contra el partido de Santiago Abascal.