El 9 de noviembre de 1989 caía el muro de Berlín. De eso ya hace 27 años, pero las diferencias entre la Alemania oriental y la occidental todavía persisten, también en la ciudad de Berlín. Las elecciones celebradas este pasado domingo son un claro ejemplo. El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha dado un nuevo revés a la CDU de Angela Merkel, aunque en menor medida de lo que lo hizo hace dos semanas en otro estado del este, y ha conquistado Berlín. Bien, de hecho, sólo en una parte: en el este.

Negro (CDU de Merkel) / Rojo (Socialistas SPD) / Verde (Los Verdes) / Lila (Izquierda postcomunista) / Azul (ultraderecha AfD) / Amarillo (Liberales)

Excepto alguna excepción contada, la AfD ha ganado mayoritariamente en las periferias del este de la capital alemana. El partido ultraderechista ha conseguido recoger todo el voto de protesta contra las políticas de acogida de refugiados impulsadas por la canciller Angela Merkel. Desde un discurso absolutamente xenófobo han conseguido el voto antiinmigración y antimusulmán, y el de todos aquellos alemanes asustados por el terrorismo islámico y que culpan a los refugiados.

No es, sin embargo, la única diferencia destacada entre los dos Berlin, también el este vota muy mayoritariamente la izquierda post-comunista del Die Linke (en el mapa, en lila), el partido de la antigua la RDA sólo consigue votos allí. Los verdes, en cambio, dominan en el centro de la ciudad. Este tipo de voto, sin embargo, no difiere mucho del de las últimas elecciones del año 2011.

Negro (CDU de Merkel) / Rojo (Socialistas SPD) / Verde (Los Verdes) / Lila (Izquierda postcomunista)

La CDU de Merkel, la más perjudicada

Las elecciones también dejan otro titular destacado y es que poco a poco se confirma la peor pesadilla de Angela Merkel. Si hace dos semanas su formación, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), ya sufrió un fuerte revés en las elecciones regionales de Mecklemburgo-Antepomerania, ayer se repetía la historia en la ciudad-estado de Berlín. La formación de Merkel perdió más de cinco puntos, y aunque no se vio superada por la ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) como en las anteriores, su clara perdida de votos y de apoyos le complica poco a poco el futuro de cara a las generales del año que viene.

Los resultados en Berlín dejarán muy probablemente la CDU de Merkel fuera del gobierno. Si ahora gobernaban con los socialistas de la SPD, con estos como primera fuerza, ahora es muy posible que sus socios decidan pactar con los Verdes y la izquierda post-comunista. La CDU obtuvo un 17,6% de los votos (23% el año 2011) y la SPD un 21,6% (29% el año 2011). Es decir, los dos socios, no sólo en Berlín, sino también a escala general, salieron muy perjudicados en las urnas.

El voto de la protesta se lo llevó la ultraderecha de AfD, que obtuvo un 14% de los votos. Si hace cuatro años era un partido residual que sólo conseguía reunir a los euroescépticos, ahora se ha conseguido erigir como el voto de protesta contra la canciller Merkel, especialmente crítico con sus políticas de acogida con los refugiados.

Merkel, un futuro incierto

La canciller Angela Merkel disfrutaba el año 2013 de una popularidad por las nubes, y era la envidia de todos sus homólogos europeos. Ahora, sin embargo, ya no es así. El auge de la ultraderecha ha perjudicado mucho la formación de la canciller en las últimas elecciones regionales y todo hace pensar que la situación se repetirá a las elecciones generales que se tienen que celebrar exactamente dentro de un año. De hecho, la formación xenófoba ya ha presagiado que será tercera fuerza en el parlamento alemán. El año 2011 no entró en el Parlamento, pero después de estos buenos resultados regionales, parece que se podrían confirmar sus mejores deseos.

Además, Merkel tampoco tiene asegurado el futuro dentro de la misma formación. También sus socios de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), homóloga de la CDU en esta parte del país, le piden un giro hacia la derecha en sus políticas. De hecho, no sólo se lo piden, sino que blanden la amenaza de no darle apoyo si ésta opta a la reelección. Merkel tendrá que convencer a los suyos de que tiene la situación controlada y que la crisis migratoria no se le ha escapado de las manos.

Los sondeos de cara a las generales, sin embargo, siguen dándole una clara ventaja con respecto a los socialistas. Una encuesta difundida esta semana por el instituto Forsa pronosticaba para el bloque conservador un 32%, mientras que el SPD conseguiría un 23% y la derecha radical de AfD se alzaría como tercera fuerza, con un 13%. Si se cumpliera el sondeo, sin embargo, estas serían las peores perspectivas de Merkel desde el 2012. De hecho, un año después, en el 2013, las encuestas le daban una mayoría absoluta.