Los visitantes del Museo Nacional de Beirut se han llevado una sorpresa estos días al visitarlo porque se lo han encontrado completamente a oscuras y han tenido que utilizar las linternas de sus teléfonos móviles para intentar ver las obras de arte. Tal como explica la periodista de la Cadena Ser Mariela Rubio, la red pública de electricidad ya no puede proporcionar luz al país. En los hogares tienen luz porque viven a base de generadores y el Líbano no puede ni permitirse iluminar un museo. Al fin y al cabo, además, pasa justo cuándo hay cerca de un millón de turistas en el país, según destaca el portal de noticias the961.com. El Museo Nacional de Beirut esconde miles de objetos extraños y curiosos. Además, ha sido destruido muchas veces en las últimas décadas, incluso durante la guerra civil. El año 2021, el museo volvió a abrir las puertas, después de ser estropeado por la explosión en el puerto de Beirut, que destrozó ventanas y puertas, en agosto del 2020.
El Museo Nacional de Beirut completamente a oscuras por la enorme crisis energética que asola el país. Los visitantes tienen que hacer la visita con linternas. Piezas de incalculable valor arqueológico en absoluta oscuridad (Hilo) pic.twitter.com/buG5IrMVlt
— Mariela Rubio (@marielarubio) Augusto 9, 2022
El gobierno libanés, ridiculizado en las redes sociales
El tuit de la periodista de la Ser se ha viralizado y muchos medios se han hecho eco para hablar de la situación que atraviesa el país. Hace unas semanas, el gobierno libanés fue ridiculizado para pedir a los residentes al lado de los silos de grano de Beirut que se hundían, que mantuvieran las ventanas cerradas y los aparatos de aire acondicionado encendidos. Un hecho que es imposible por la escasa cobertura de electricidad, menos de dos horas al día en algunas zonas. Por lo tanto, las directrices son difíciles de implementar. Los acuerdos de combustible con Iraq y Egipto se han considerado como posibles salvadores de la red eléctrica del país, tal como explica el portal beirut.com.

El Líbano, un país sumergido en la inflación
¿Sin embargo, cómo ha llegado el Líbano a sufrir esta situación? Durante mucho tiempo, el país fue considerado como la Suiza de Oriente Medio. Ha llovido mucho desde entonces, tal como puntualiza el portal Deutsche Welle. Diferentes crisis han llevado al país a vivir bajo una inflación a la cual cuesta hacer frente. Asimismo, recoge el testimonio de Riad, que tiene una tienda de comestibles en un barrio de la capital, Beirut. Según explica, cada mañana, con la calculadora en la mano, cambia los precios de los productos, en función del cambio del día. Además, también trabaja a oscuras. El gobierno libanés solo suministra electricidad dos horas al día y, por lo tanto, no funcionan ni las neveras, ni las luces, ni la calefacción.
La libra libanesa ha perdido el 90% de su valor y los únicos que se salvan son los que cobran en dólares. Y eso también ha hecho resurgir una nueva clase social privilegiada en el país, tal como señala el mismo portal. Asimismo, destaca el caso de Joseph, que trabaja como vendedor en una empresa farmacéutica internacional. En dos meses ha devuelto el préstamo que pidió para comprar su casa, una cantidad que tenía que retornar en veinte años.

Vivir sin luz afecta a todos a los sectores. Los hospitales tienen algunos pasillos también a oscuras y ascensores inoperativos. Y tal como recoge un artículo de El País, los ordenadores no tienen ninguna utilidad. Aprovechan al máximo la luz que entra por las ventanas y apagan las luces que no son imprescindibles. También las máquinas o aparatos de aire acondicionado. La prioridad son los quirófanos y las UCI.
Cortes de luz y más de 20 horas sin electricidad
La compañía pública de electricidad del Líbano anunciaba durante el mes de enero un apagón detrás de la otra. Las centrales del país estaban totalmente paradas. En aquel momento, se dijo que unos manifestantes habían cortado una línea de alta tensión. Era 8 de enero y los libaneses ya estaban acostumbrados a vivir, como mínimo, 20 horas al día sin luz. El motivo es ni más ni menos que la escasez de carburantes, derivada de una grave crisis económica que vive el país. Los generadores privados asumen parte del problema, pero no consiguen hacer frente al abastecimiento estatal de energía. Los generadores privados intentan hacer frente a lo que la empresa pública no puede abarcar, pero, sin embargo, también van racionando el abastecimiento de comercios, hospitales y hogares, por la falta de carburante, tal como destaca la publicación Infobae.
Hace unos meses, una factura para una familia libanesa de la electricidad mensual podría superar tranquilamente las 675.000 libras libanesas, más del salario mínimo. Unos 22 dólares. Y es que la moneda local, está en caída libre. La comunidad internacional ha instado, desde hace tiempo, en el gobierno –acusado de corrupción– a hacer reformas. De momento, sin embargo, parece que la economía del país sigue cayendo.
Imagen principal: Museo Nacional de Beirut / Flickr G Travels