Las fuerzas rusas siguen reforzando su posición en el este de Ucrania. Según ha informado este lunes el Ministerio de Defensa ruso, sus tropas han ampliado el control territorial en las regiones de Járkov y Donetsk, especialmente en las ciudades de Kúpiansk y Pokrovsk, dos puntos estratégicos para el suministro y la logística militar ucraniana. En su comunicado diario, difundido a través de Telegram, el ministerio ha asegurado que “las unidades del Sexto Ejército siguen estrechando el cerco” sobre Kúpiansk, situada en la región de Járkov, en el noreste del país. Esta ciudad, que antes de la guerra tenía unos 25.000 habitantes, se ha convertido en uno de los focos principales de combates durante las últimas semanas, ya que sirve como punto de conexión clave entre el frente norte y el centro del Donbass.
Rusia no se detiene
Según Moscú, el ejército ruso ha rechazado un nuevo contraataque de la Primera Brigada de la Guardia Nacional ucraniana, que intentaba abrirse paso hasta el río Oskil para permitir la retirada de unidades bloqueadas en el margen izquierdo del curso fluvial. “Las fuerzas ucranianas intentaron romper el cerco, pero la ofensiva fue repelida”, ha afirmado el Ministerio de Defensa. El comunicado también destaca que las tropas rusas continúan avanzando por el noreste, cerca de la localidad de Petropávlivka, en la región de Donetsk, donde el cerco de las fuerzas ucranianas “se hace más estrecho”.
En Pokrovsk, uno de los principales núcleos logísticos de Donetsk y un enclave vital para el transporte ferroviario ucraniano, el Ministerio de Defensa asegura que sus unidades han logrado ocupar 35 edificios repartidos entre dos barrios de la ciudad. Además, en las poblaciones vecinas de Gnativka y Rog, las fuerzas rusas habrían tomado el control de 24 edificios más.
El ejército ruso planta cara a los ataques
El departamento de Defensa ruso también ha afirmado que han sido “rechazados diez ataques enemigos” en el norte y noroeste de Pokrovsk -llamada Krasnoarméisk en ruso-, que, según Moscú, tenían como objetivo romper el asedio. “Se han frustrado tres intentos de liberar a las unidades ucranianas cercadas con la ayuda de mercenarios extranjeros en las proximidades de Grishino”, ha añadido el comunicado.
En la ciudad vecina de Mirnograd -conocida como Dimitrov por las autoridades rusas-, las tropas de Moscú habrían capturado 17 edificios adicionales, consolidando el control sobre la zona. “Continúa ampliándose la franja bajo control ruso y estrechándose el cerco de la agrupación enemiga por el este”, concluye el Ministerio.
Ucrania, por ahora, no ha confirmado estas informaciones. Como es habitual, ambas partes ofrecen versiones contradictorias sobre la evolución del frente, y ninguna de las afirmaciones rusas puede ser verificada de manera independiente. Los últimos movimientos militares se enmarcan en una nueva fase del conflicto, en la que Moscú busca consolidar el dominio sobre el Donbass mientras mantiene la presión al norte, en la región de Járkov. Tanto Kúpiansk como Pokrovsk son puntos estratégicos para la defensa ucraniana, y su control podría permitir a Rusia un avance significativo hacia el interior del país.
