El fuego que consume el principal pulmón del planeta ya ha consumido un área equivalente a todas las comarcas de Girona.

Según datos del Instituto Nacional de Estudios Especiales (INPE), la Amazonia ha perdido entre las llamas 5.879 kilómetros cuadrados los últimos 12 meses, lo que supone un 40% más que el año pasado.

Los incendios forestales están consumiendo la Amazonia a una velocidad exponencial y sus efectos ya se notan en el cielo de la ciudad más poblada del Brazil, Sao Paulo, situada a 2.700 kilómetros de distancia. La humareda es tan descomunal que estos días también se aprecia desde el espacio, tal como demuestran las imágenes de la NASA.

El número de incendios en el Brasil hasta agosto es el más elevado en siete años. Este 2019 se han multiplicado y han aumentado el 83%. El INPE ha registrado 71.497 focos en lo que llevamos de año, la cifra más alta que se ha contabilizado nunca desde que empezaron los registros.

Según los cálculos del organismo, de los focos de incendio registrados hasta el 18 de agosto, 38.228, es decir el 52,5%, fueron detectados en estados de la Amazonia. El 30,1% de los focos (21.942) se registró en el Cerrado, como es conocida la sabana brasileña que cerca la Amazonia, y el 10,9% (7.943) en el Bosque Atlántico, la región boscosa que bordea la mayor parte del litoral del país. El estado más afectado, con 13.641 focos, es el de Mato Grosso, que se extiende por gran parte de la Amazonia.

Los incendios forestales son comunes a la Amazonia brasileña durante la estación seca, que va de agosto a octubre con el pico a mediados de septiembre. Pero el INPE ha alertado de que las cifras de este año no se pueden atribuir únicamente en la estación del año o a fenómenos naturales.

Muchos especialistas ambientales atribuyen el aumento de los incendios a la creciente deforestación que sufre el bosque tropical mayor del planeta. Una deforestación que llevan a cabo, muchas veces de manera ilegal, terratenientes, agricultores y criadores de ganado, y que ahora también salpica al propio presidente del país, Jair Bolsonaro.

Bolsonaro, políticas económicas antes que políticas ambientales

Desde que llegó al poder el pasado 1 de enero, el ultraderechista Bolsonaro, ha optado por defender los intereses económicos por encima de los ambientales. Se ha mostrado partidario de explotar la Amazonia y reducir la fiscalidad de las reglas ambientales de las zonas protegidas. El presidente también ha acelerado la explotación de la selva tropical más grande del mundo en los ámbitos de minería y agricultura, lo que ya le ha causado tensiones con Alemania y Noruega.

Ante las acusaciones que sus políticas son las causantes de los incendios, Bolsonaro ha sugerido que las ONG pueden ser las responsables de este desastre ambiental. Las ha acusado de estar promoviendo los incendios con el objetivo político de arañar la imagen de su Gobierno. "Puede haber, sí, y no estoy afirmando, una acción criminal de estas ONG para llamar la atención contra mí, contra el Gobierno del Brasil, y esta es la guerra que nosotros enfrentamos", ha declarado Bolsonaro.

Para reforzar su tesis, Bolsonaro ha recordado que su Gobierno "ha suprimido las partidas públicas que iba para las ONG" que operan en el Amazonia con proyectos "supuestamente" relacionados con el mantenimiento del ecosistema. "Por eso esta gente está enfadada", ha dicho el mandatario, que dice que ahora es tarea de las autoridades averiguar si los incendios han sido provocados.