Depósitos vacíos, precios desbocados y corrupción. Bajo este panorama, el gobierno de Sri Lanka ya impuso un estado de emergencia por la huida del presidente. Justo cuando estallaron las protestas, el jefe del Estado, Gotabaya Rajapaksa, se escapó el mes de junio pasado bajo este panorama. Y es que el contexto actual, no ha mejorado mucho.
El gabinete de Sri Lanka ha aprobado una propuesta para degradar el estatus económico de la nación en "país de ingresos bajos". La intención de esta gestión es básicamente poder tener acceso a financiación concesional de organizaciones internacionales, según habría dicho el portavoz. Sin embargo, los pasos son confusos. ¿Paso adelante o paso atrás?
La economía de Sri Lanka toca fondo
La economía de Sri Lanka se encuentra en una profunda recesión, con una contracción anual del 8,4% el trimestre de junio, con una de las caídas trimestrales más pronunciadas. El PIB per cápita fue de 3,815 dólares el año 2021, hecho que, según el Banco Mundial, colocó el país en una categoría de economía media baja.
"Dada la grave crisis financiera en la cual se encuentra Sri Lanka, representantes de organizaciones internacionales nos han informado de que si el país fuera categorizado como un país de bajos ingresos, el acceso a la financiación sería más fácil", explicaba el portavoz del gabinete, Bandula Gunawardane, este martes y recopilación Nikkei Asia.
¿De dónde viene la peor crisis desde su independencia?
Sri Lanka consiguió la independencia el año 1948. Y es ahora, que la isla de 22 millones de personas, está luchando contra una de las peores crisis nunca vistas. La consecuencia de esta crisis podría haber sido la covid, que golpeó la economía muy dependiente del turismo y, además, el país vio cómo se redujeron las remesas de los trabajadores en el extranjero. Además, los precios del combustible subieron muy significativamente, recortes de impuestos populistas y un periodo de prohibiciones de fertilizantes químicos el año pasado perjudicó muchísimo la agricultura, destaca el portal Nikkei Asia.
La crisis ha provocado una escasez de dólares para pagar las importaciones de alimentos, combustible, medicinas, una caída de la moneda y una inflación nunca vista. De hecho, el Banco Central de Sri Lanka, que mantuvo las tasas oficiales estables la semana pasada, pronostica una contratación del PIB del 8,7% para el 2022.
La covid, pero no ha sido la única culpable de la situación actual. La mala gestión financiera también ha llevado a Sri Lanka a dejar de pagar sus deudas.
País de ingresos bajos vs. país de ingresos medios
En este contexto, sin embargo, la oficina del presidente Ranil Wickremesinghe salió a decir que el cambio de estado no pasaría. "Sri Lanka seguirá siendo un país de ingresos medios", ha dicho la oficina en un comunicado que recoge el portal Aljazeera. "Pediremos al Banco Mundial que otorgue al país la elegibilidad para obtener préstamos ofrecidos por la Asociación Internacional de Fomento". Esta es una rama del Banco Mundial que ayuda en los países a más pobres del mundo. El objetivo es reducir la pobreza proporcionando préstamos y subvenciones con intereses cero o bajos. De todos modos, sin embargo, todo queda a la espera de próximas actuaciones y anuncios.
Situación complicada en el país
La oficina local del Banco Mundial en Colombo no habría hecho todavía comentarios sobre la solicitud de Sri Lanka. Dijo que continuaría las conversaciones con Sri Lanka y que la "prioridad clave" era avanzar con la reestructuración de la deuda y las reformas económicas para volver a encauzar el crecimiento del país.
El gobierno valoró la economía de Sri Lanka a 89.000 millones de dólares el año pasado. Incluso con una contracción del 8,7% en el PIB pronosticado para este año y teniendo en cuenta la depreciación de la moneda, la economía rondará los 75 mil millones de dólares, con un ingreso per cápita de los alrededores de 3.400 dólares.
¿Qué implica ser un "país de ingresos bajos"?
El Banco Mundial define los países de bajos ingresos como aquellos con un ingreso per cápita de $1,085 menos en el 2021. Sri Lanka llegó a un acuerdo preliminar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un rescate de 2.900 millones de dólares en septiembre, pero tiene que poner la deuda en un camino sostenible antes de que se puedan desembolsar los fondos.
El caso es que, tal como destaca en BBC, Sri Lanka se encuentra entre los 10 países con una inflación alimentaria más alta. Los expertos ya han advertido del aumento de precio y los perjuicios que eso implican para la población. En este contexto, la seguridad alimentaria también está en peligro por la escasez de fertilizantes. Las reservas cada vez más reducidas de divisas también implican que no se pueden comprar grandes cantidades de alimentos en el extranjero.
El Programa de Alimentos de la ONU ha enviado un primer lote de 600 toneladas de arroz, se prevé que también lleguen legumbres y aceite de cocina. El objetivo, señala la cadena británica, es ayudar cerca de 3,4 millones de personas que son a las más afectadas de los 22 millones que habitan la isla.
Imagen principal: Colombo, Sri Lanka / Flickr