El primer ministro de Francia, François Bayrou, ha alertado este martes de que el día 8 de septiembre, cuando su gobierno se someterá a una moción de confianza, que no tiene visos de prosperar, los diputados franceses se verán confrontados a una elección entre "el lado del caos o el de la conciencia y la responsabilidad". "Este es el momento de la clarificación y la verdad, espero que [los diputados] que buscan la clarificación no se conviertan en los artesanos del caos. Por eso, en 13 días [los representantes de los franceses] escogerán entre el lado del caos o el de la responsabilidad", ha manifestado el primer ministro en una intervención ante el principal sindicato francés, la CFDT. Las palabras de François Bayrou llegan el día siguiente que se produjera su sorprendente declaración en la cual anunció que sometería el gobierno a una moción de confianza con el fin de conseguir que los partidos políticos de la fragmentada cámara baja francesa posicionen sobre el ajuste presupuestario de 44.000 millones de euros que anunció para combatir el déficit y la deuda pública, tema que considera esencial para su país.

El pasado mes de julio, el ejecutivo de Bayrou presentó un borrador del proyecto de presupuestos para el año 2026, en el cual anunciaba la congelación del gasto público para aquel año, manteniendo las partidas con la misma financiación que este año, así como recortes de hasta 44.000 millones de euros en pensiones, ayudas sociales, funcionarios y otras partidas, e incluso, la supresión de dos días festivos: el Lunes de Pascua y el 8 de mayo, cuando se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial. De entrada, la propuesta no fue bien recibida ni por los sindicatos, ni por los partidos políticos ni por la sociedad francesa, pero Bayrou ha insistido en el hecho que sus reformas son necesarias para combatir el déficit público, que podría cerrar en el 2025 al 5,4%, muy lejos del 3% marcado por las reglas fiscales europeas, y también en qué Francia se ha devuelto "adicto" a la deuda. Para hacer visible sus argumentos, Bayrou ha insistido, tanto hoy como ayer, en decir que la deuda se convertirá en la partida presupuestaria más grande de Francia este año, superando el presupuesto de educación, pero esta afirmación ha sido discutida por algunos economistas.

Un gobierno frágil en una Asamblea más fragmentada que nunca

El gobierno Bayrou, el tercero que ha nombrado el presidente de la República, Emmanuel Macron, desde las legislativas de 2024, se enfrenta a una más que probable derrota en la moción de confianza y, por lo tanto, a su caída. Los partidos políticos de la oposición, tanto a la derecha como a la izquierda del gobierno, ya han anunciado que no otorgarán su confianza al gobierno, lo que abocará Emmanuel Macron a tomar una decisión. O bien nombra a un cuarto primer ministro, el tercero en menos de un año, cuya agenda tendrá que seguir peleándose con una Asamblea Nacional fragmentada en la cual el gobierno no tiene ninguna mayoría garantizada, o disolver el parlamento y convocar unas nuevas elecciones, solo trece meses después de las últimas en las cuales las fuerzas opositoras salieron reforzadas. Por su parte, Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa, ha repetido este martes que no darán la confianza al gobierno y ha responsabilizado en Macron por la crisis: "Emmanuel Macron se tiene que marchar. Él es el responsable de la crisis. Tiene que asumir su responsabilidad ante los electores. Esta es la única solución pacífica y democrática", ha dicho en declaraciones en France Inter.

Por el lado de la izquierda, todos los miembros de la coalición Nuevo Frente Popular, que incluye socialistas y ecologistas así como otros partidos minoritarios de izquierdas, han anunciado conjuntamente que no darán la confianza al primer ministro Bayrou, y han insistido en su mensaje que "están listos" para gobernar, y dicen a Macron que "esta situación es también el resultado del ensimismamiento del presidente de la República a rehusar de tener en cuenta los resultados de las urnas a las elecciones legislativas convocadas por él mismo" y en las cuales los partidos del NFP ganaron la segunda vuelta. Jordan Bardella, líder del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional, ha confirmado este martes en una entrevista a TF1 que en ningún caso concederá la confianza al primer ministro y ha añadido que "la única posibilidad hoy en día es volver a las urnas: sea una disolución [de la Asamblea] o sean unas elecciones presidenciales anticipadas".