Cinco personas han muerto, y decenas han resultado heridas este viernes cuando un autobús turístico con 52 pasajeros que volvía de las cascadas del Niágara ha volcado a en la autopista New York State Thruway, cerca de Pembroke, a unos 48 kilómetros en el este de Buffalo. Según la Policía Estatal de Nueva York, algunos viajeros quedaron atrapados bajo el vehículo y otros salieron disparados al no llevar puesto el cinturón de seguridad. Entre las víctimas hay un niño. El portavoz policial James O'Callaghan ha confirmado que todos los pasajeros se han visto afectados y que la mayoría eran turistas de origen asiático (indio, chino y filipino). En un primer momento, las autoridades no pudieron hacer balance ni determinar el alcance de la tragedia, pero esta mañana, la gobernadora del estado, Kathy Hochul, ha confirmado la tragedia.

Según las primeras informaciones de la Policía Estatal, el autobús salió repentinamente de la calzada cuando circulaba por la New York State Thruway y volcó al margen de la carretera, junto a Pembroke. En el momento del impacto, varios pasajeros que no llevaban cinturón de seguridad fueron expulsados fuera del vehículo, mientras que otros quedaron atrapados bajo el autobús o en el interior entre los asientos. Los equipos de rescate tuvieron que utilizar maquinaria pesada para estabilizar el vehículo y pudieron liberar a los afectados. El conductor sobrevivió y pudo explicar a la policía su versión sobre la pérdida de control, aunque las autoridades descartan, de momento, tanto una avería mecánica como una indisposición médica. Todo apunta que no ha habido ningún otro vehículo implicado en el accidente.

Varias ambulancias y helicópteros sanitarios se activaron para trasladar a los heridos, muchos de ellos en estado grave, hacia los hospitales de la zona. Fuentes médicas confirman que el Centro Médico del Condado de Erie (ECMC) ha sido el que ha recibido a más víctimas, con al menos una treintena de pacientes heridos atendidos en las primeras horas.