El presidente palestino, Mahmud Abás, ha advertido este viernes al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que el desplazamiento de la población de la Franja de Gaza supondría "una segunda Nakba". Lo ha dicho en alusión al éxodo de centenares de miles de palestinos que huyeron o fueron expulsados durante el conflicto desencadenado después de la creación del Estado de Israel en 1948.

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En una reunión con Blinken en Ammán, la capital de Jordania, Abás ha rechazado "el desplazamiento de nuestro pueblo de la Franja de Gaza, porque eso sería una segunda Nakba para nuestro pueblo", según un comunicado publicado por la agencia de noticias oficial palestina Wafa.

El palestino ha tirado esta advertencia después de que el ejército israelí pidiera este viernes la evacuación de los civiles del norte de la Franja de Gaza, incluyendo la ciudad de Gaza, y los ha instado a desplazarse hacia el sur, cosa que implica el movimiento de más de 1 millón de personas y sugiere una operación terrestre inminente.

"Detener inmediatamente la agresión israelí"

También ha trasladado a Blinken, que este jueves estuvo en Tel Aviv para mostrar el apoyo "indestructible" de los Estados Unidos en Israel, la necesidad de "detener inmediatamente la agresión israelí", que está provocando "una catástrofe humanitaria" en la Franja de Gaza, donde en más, el Estado judío ha cortado a los servicios de agua, electricidad y el acceso de alimentos.

Asimismo, ha reiterado que la única salida a la guerra es la implementación de la solución de los dos Estados, con la creación de un Estado palestino independiente sobre la base de las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital.

La advertencia de Israel de evacuación del norte del enclave palestino implica la reubicación de al menos 1,1 millones de personas –casi la mitad de la población de la Franja–, cosa que ahora la ONU ve "imposible" y que puede tener" graves consecuencias humanitarias". Gaza está a punto del colapso después de los bombardeos israelíes que se suceden desde el sábado y que ya dejaron 1.572 muertos y 7.262 heridos.

En eso se suma la escasez de comida, combustible, electricidad o medicinas por el asedio total sobre el enclave que impuso Israel después del ataque de Hamás del sábado contra el Estado judío, que causó al menos la muerte de 1.300 personas en Israel.

Crímenes de guerra a los dos bandos

Desde la comunidad internacional se han denunciado las acciones de los dos bandos. Tanto Israel como Hamás cometen crímenes de guerra, el primero para bloquear la entrada de todo tipo de suministros en Gaza, incluidos agua y alimentos, y el segundo por la ejecución sumaria y el secuestro de civiles, ha afirmado este mismo viernes la ONU.

"Utilizar el hambre de los civiles como un método de guerra, privándolos de bienes indispensables para su supervivencia, está definido como un crimen de guerra por el derecho internacional", ha dicho en referencia al bloqueo total impuesto por Israel contra Gaza, la portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Ravina Shamdasani. "Capturar rehenes y la ejecución sumaria de civiles por parte de Gaza, eso obviamente también está prohibido por el derecho internacional y también son crímenes de guerra", ha añadido.