El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, anunció su dimisión este martes en una rueda de prensa. Los hechos pasaron justo después de que se hubiera iniciado una investigación por parte de la Fiscalía que implica tanto al primer ministro como otros miembros de su gabinete, por supuestos delitos de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias en negocios de litio e hidrógeno. Este jueves, se han sabido más detalles de todo. Y es que jefe de gabinete de António Costa, Vítor Escária, uno de los cinco detenidos en el caso que ha causado la caída del primer ministro, guardaba en su despacho 75.800 euros distribuidos entre cajas de vino y una estantería, que han sido confiscados.

El canal lusitano Sic Noticias ha precisado que la Policía encontró el dinero durante los registros realizado el martes en el despacho de Escária en el palacio de São Bento, la residencia oficial del primer ministro dimisionario, que renunció después de saberse investigado en un caso de posible corrupción del Gobierno en negocios de litio e hidrógeno. Los diarios Público y Expresso han añadido que el dinero lo encontraron escondido en varios sobres ocultos en cajas de vino y en libros de una estantería del despacho.

El abogado de Vítor Escária, Tiago Rodrigues Bastos, han asegurado este jueves que esta suma confiscada "no tiene rigurosamente nada que ver con la tesis de la Fiscalía" y "se relaciona con su actividad profesional anterior a las funciones que ejerció" como jefe de gabinete de Costa. Los cinco detenidos en el ámbito de esta investigación, que según medios locales ha sido bautizada como "Operación Influencer", acudirán este jueves de nuevo en el campus de Justicia, en Lisboa, para ser interrogados después de haber sido identificados el miércoles.

Más de 40 sitios registrados

El caso estalló este martes, cuando se registraron más de 40 sitios durante una investigación sobre las concesiones de explotación de litio en las minas de Romano y Barroso, además de un centro de datos y una planta de producción de hidrógeno, en Sines. La Fiscalía explicó que investiga supuestos crímenes de prevaricación, corrupción activa y pasiva, y tráfico de influencias, en que estarían implicados miembros del gobierno.

Ha especificado también que varios sospechosos han hablado de la supuesta implicación de Costa en el caso para "desbloquear procedimientos", cosa que ha anticipado que será analizado "de forma autónoma".

Después de la noticia, Costa anunció la dimisión, aunque aseguró que no ha cometido ningún acto ilícito.

¿Qué pruebas hay de todo?

El medio Observador ha indicado este jueves que hay más de 20 escuchas telefónicas desde noviembre del 2020 hasta la actualidad que conectan al primer ministro con los hechos investigados, que ya han sido derivadas en el Tribunal Supremo de Justicia de Portugal.

Las mismas fuentes precisaron que en las escuchas también hay conversaciones en que aparece el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el jefe del Parlamento, Augusto Santos Silva. Aunque no están detenidos, fueron declarados "arguidos" (sospechosos formales, una figura previa a la acusación) el actual ministro de Infraestructuras, João Galamba, y el presidente de la Agencia Portuguesa del Ambiente, Nuno Lacasta.

Rebelo de Sousa empezó el miércoles una ronda de consultas con los partidos políticos antes de anunciar qué camino escoge para salir de la crisis, que podría pasar por la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas.

Varios partidos insistieron, después de la reunión con el presidente, en la necesidad en aclarar el más rápido posible el caso y las sospechas que hay sobre el socialista. Se espera que el mandatario anuncie la decisión este jueves después de reunirse con el Consejo de Estado.