Decenas de miles de personas que acudían al festival Burning Man, que se celebraba en el noroeste del estado norteamericano de Nevada, han quedado atrapados en el desierto a consecuencia de las fuertes lluvias que han caído durante la noche y que han provocado inundaciones en la zona. Así lo ha destacado la CNN y recoge Europa Press. Los organizadores del acontecimiento comunicaron que las puertas y el aeropuerto de entrada y salida de Black Rock City permanecerían cerradas y dieron a los asistentes la orden de dosificar agua, comida y combustible.

"La entrada y la salida están bloqueadas. No se permite conducir hasta que la superficie de la playa se seque, a excepción de los vehículos de emergencia", han explicado los responsables en la red social Twitter. "Se anima a los participantes a conservar alimentos, agua y combustible, y a refugiarse en un espacio cálido y seguro", añadían.

Más de 73.000 personas han acudido al festival, según el Reno Gazette Journal, aunque se desconoce cuántas se han visto afectadas por las restricciones debido a las inclemencias meteorológicas. La CNN destaca que podrían ser hasta 72.000.

Un desierto lleno de agua

Las fuertes lluvias cayeron sobre terrenos secos del desierto, levantando un barro espeso, parecido a la arcilla, que algunos asistentes en el festival dicen que es tan espeso que se tuvieron que atar bolsas en torno a los pies para caminar. Una muerte en el festival justo antes del fin de semana que "no tuvo relación con el clima", según dijeron los organizadores de Burning Man el domingo por la noche. El personal de emergencia respondió el viernes a una llamada de servicio relacionada con un hombre de 40 años, pero no lo pudieron resucitar, dijeron los organizadores, sin proporcionar más detalles.

La Oficina del Sheriff del condado de Pershing dijo anteriormente que está investigando la muerte. Se han llevado recursos de todo el norte de Nevada para ayudar a las personas con necesidades médicas al lugar del acontecimiento, dijo la oficina del sheriff. Los organizadores también han obtenido más vehículos con tracción en las cuatro ruedas y neumáticos todoterreno para ayudar a transportar personas con situaciones médicas y otras situaciones urgentes.

Del calor extremo a la lluvia y el barro

Los asistentes al festival, acostumbrados a desafiar el calor extremo del desierto de Nevada, han estado bregando con la lluvia y el barro, racionando los suministros y problemas de conectividad, destaca la cadena norteamericana.

Mientras las carreteras de entrada y salida permanecen cerradas, los asistentes están dando un paso adelante y ofreciendo comida y refugio a los que lo necesitan, ha dicho domingo en la CNN el asistente en el festival Gillian Bergeron.

"La mayoría de las personas que salen con regularidad, ciertamente lo aprovecharon al máximo", ha detallado Bergeron. "Es una gran comunidad, la gente se ayudaba mutuamente ofreciendo comida, agua y refugio a los que lo necesitaban. En todo caso, creo que probablemente fortaleció la comunidad central".