El 62% de la población israelí –tanto judíos como árabes– consideran que es hora que dimitan los responsables de los fallos en torno al ataque de Hamás del 7 de octubre pasado, según la última encuesta realizada por el Instituto para la Democracia de Israel.

La encuesta, que se llevó a cabo entre el 14 y el 17 de abril, recopiló respuestas de un total de 514 entrevistados en hebreo y unas 98 en árabe. Y a la pregunta sobre la necesaria dimisión de responsables públicos más 6 meses después del ataque, el 58% de los encuestados judíos respondieron que sí, cosa que aumentó al 81% entre los encuestados araboisraelíes.

Este mismo lunes ha presentado la dimisión del jefe de la Dirección de Inteligencia militar, Aharon Haliva, acatando su responsabilidad en el ataque sorpresa de octubre en que murieron 1.200 personas en territorio israelí. Se trata del primer alto cargo a dimitir, mientras continúa una investigación interna castrense sobre lo que pasó aquella mañana y la respuesta dada.

El país pide elecciones

Sobre la convocatoria de elecciones anticipadas, un 51% de los entrevistados consideraron que se tendrían que hacer antes de final de año; y solo el 25% se mostró a favor que se celebren cuando finalice esta legislatura, es decir, en el 2026.

Parte de la sociedad israelí hace meses que convoca protestas antigubernamentales todos los fines de semana, en diferentes puntos del país, a favor de elecciones anticipadas y pidiendo el fin del Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, la popularidad de las cuales ha caído a sus niveles más bajos.

Los familiares de los rehenes, al menos 133 personas siguen en manos de Hamás desde octubre, le reprochan en Netanyahu y en su gobierno su incapacidad para llevarlos de vuelta y creen que el líder israelí está más interesado en su supervivencia política que al volver sus seres amados mediante una tregua en Gaza.

Dimisión e investigaciones

El jefe de la Dirección de Inteligencia de Israel, Aharon Haliva, ha solicitado este lunes poner fin a su cargo, al considerarse responsable de la inacción militar que no evitó el ataque múltiple de Hamás del 7 de octubre pasado, en qué murieron 1.200 personas en territorio israelí. Haliva se convierte así en el primer alto cargo a dimitir por los fracasos que rodearon el ataque de Hamás, a raíz del cual el ejército emprendió una investigación interna a finales de febrero. Las conclusiones de este informe se espera que sean presentadas al Cabo del Estado Mayor, el teniente general Herzi Halevi, a principios de junio.

En octubre, Haliva, con 38 años de servicio a las Fuerzas de Defensa de Israel, asumió parte de la culpa por la respuesta lenta contra miles de milicianos de Hamás que aquel día tomaron el control de más de una decena de comunidades israelíes y llegaron a desplegarse armados en un 3% del territorio. La investigación interna en curso busca analizar la respuesta de las tropas también en el periodo anterior y posterior al ataque, así como su despliegue en el terreno y los procedimientos operativos utilizados para anular a los combatientes.