Olas y paraísos de vacaciones. Surf, cócteles y playas transparentes, ideales para hacer submarinismo o snorkel. La costa occidental de Java, en Indonesia, es popular entre los surfistas por sus olas y por el color de sus aguas. Pero resulta imposible surfear o bucear sin ver botellas de agua de plástico o envases de un solo uso. La basura incluso forma islas en el mar y se acumula en las playas.

El mundo produce cerca de 400 millones de toneladas de residuos de plásticos cada año. Cada día, según constata la CNN, se tiran en el mar 2.000 camiones cargados en el océano, ríos y lagos. A pesar de los esfuerzos por intentar que los plásticos alarguen su vida útil, solo el 9% se recicla. Y la mayoría de residuos plásticos van a los vertederos o se envían a lugares como Indonesia u otras naciones del sureste asiático. Muchas de ellas, sobresaturadas de residuos plásticos.

La misma cadena norteamericana constata que limpiar las playas de Indonesia no es una cosa fácil porque el país es el segundo mayor productor de residuos plásticos. Además, de la pesca dependen 12 millones de personas. El país, tal como señala el mismo portal, no tiene los recursos necesarios para destinarlos a la limpieza de las playas o costas y, por este motivo, los pescadores son los más perjudicados y los que acaban distinguiendo los plásticos del pescado.

Indonesia quiere poner remedio (y condiciones)

La playa de Loji es famosa especialmente por la acumulación de residuos. Las corrientes del océano las arrastran hacia las playas, donde quedan atrapados y acaban en la arena, amontonados y formando auténticas playas de residuos. La realidad de esta playa no es nueva. El año 2019 ya circulaban fotografías donde se podía ver más desperdicios y residuos que arena.

En este contexto, varias naciones aseguran haber endurecido las normas para importaciones de residuos plásticos, en un intento de evitar que se conviertan en vertederos de países como los Estados Unidos, Unión Europea o China. De esta manera, Indonesia solo permitirá envíos de productos que sean totalmente reciclables. Tailandia, sin embargo, ha ido más allá. Prohibirá todo los envíos de residuos plásticos entrantes a partir del 2025.

Según la misma CNN, la Unión Europea también se ha comprometido a prohibir las exportaciones de desperdicios plásticos a países en vías de desarrollo para el 2026. Irónicamente, eso ha comportado un aumento a las exportaciones que van hacia el sureste asiático, ya que las empresas se apresuran a descargar desperdicios antes de que empiecen las prohibiciones.