El acuerdo firmado este martes en Singapur supone un compromiso hacia la desnuclearización de Corea del Norte. El presidente norcoreano, Kim Jong-un, se ha comprometido hoy a la desnuclearización del país, mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha ofrecido al régimen de Pyongyang "garantías de seguridad" en este proceso.

El documento sellado hoy tras una histórica cumbre de más de cuatro horas entre Donald Trump y Kim Jong-un, señala que los dos países se comprometen a cooperar para desarrollar nuevas relaciones y para "la promoción de la paz, la prosperidad y la seguridad". El acuerdo establece un inquebrantable compromiso para la desnuclearización de la península de Corea por parte de su máximo representante. 

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció en una rueda de prensa después de la histórica cimera de Singapur la suspensión de las maniobras militares en Corea del Norte y aseguró que esto supondrá "un tremendo ahorro" para Estados Unidos. El presidente norteamericano alertó, también, que se detendrán los "juegos de guerra" en la península de Corea.

Acuerdo històrico

El acuerdo establece además que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, se reunirá en "la fecha más temprana posible" con un alto funcionario norcoreano, que no identifica, para continuar con la negociación. Ese diálogo se centrará en cuatro puntos, de los que el primero es un "compromiso a establecer nuevas relaciones entre Estados Unidos y la Corea del Norte de acuerdo con el deseo de los pueblos de los dos países de que haya paz y prosperidad". El segundo punto indica que las dos naciones, que ahora no tienen relaciones diplomáticas, "unirán sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la península coreana".

En tercer lugar el acuerdo de hoy "reafirma la declaración de Panmunjon", sellada por las dos Coreas el pasado 27 de abril y en la que Pyongyang se comprometió a la desnuclearización. Y por último el documento establece un compromiso en "recuperar los restos de los prisioneros de guerra o desaparecidos en combate" después de la guerra de Corea (1950-1953), "incluida la repatriación inmediata de los que ya han sido identificados".

Los dos presidentes reconocieron que su cumbre de hoy fue "un acontecimiento histórico" y decidieron "implementar las estipulaciones" del acuerdo "de forma completa y explícita". Y supone el primer encuentro entre los mandatarios tras casi 70 años de confrontación, y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.