Si algo caracteriza a buena parte de los padres de la sociedad actual es la sobreprotección hacia sus hijos. Es lo que se conoce como padres helicóptero que sobrevuelan continuamente sobre cada actividad que realizan los más pequeños y corrigen continuamente sus acciones con la noble pretensión de evitarles daños y conflictos de cualquier tipo.

El problema es que esa sobreprotección, tal y como alertan los expertos, está causando a largo plazo que los niños y jóvenes de hoy en día tengan un nivel de autonomía mucho menor del que tenían otras generaciones a las mismas edades, pues se les sigue tratando como niños pequeños durante mucho tiempo y se les impide un desarrollo normal.

Basta recordar cómo era la vida de dos generaciones anteriores para darse cuenta de que los niños entonces hacían muchas más actividades de forma autónoma que hoy en día. Y, aunque es cierto que el nivel de responsabilidad que tenían hace varias décadas los niños iba contra sus propios derechos, como sociedad hemos pasado a generar en los más pequeños un grado de dependencia tan grande que su autonomía no se desarrolla de forma satisfactoria.

Por este motivo, fomentar este aspecto de su desarrollo es una manera de hacer ver a los niños que son capaces de realizar actividades y que cuentan con la suficiente confianza por parte de sus padres en ellos para que las hagan por sí mismos. 

Niños celebrando un éxito frente al ordenador / Pixabay
Niños celebrando un éxito frente al ordenador / Pixabay

Trucos para que sean más autónomos

Pero, ¿cómo se consigue fomentar la autonomía? Estos son algunos trucos que pueden ayudar.

  • Que se ocupen de sí mismos

Permitiendo realizar a los niños todo aquello de lo que sean capaces sin que entrañe ningún peligro para ellos: vestirse por su cuenta aunque lo hagan mal, comer solos desde una edad muy temprana, dedicar tiempo a su higiene (lavarse, peinarse…).

  • Soltarles de la mano

Ir abandonando poco a poco la supervisión de estas actividades. Aunque al realizarlas las primeras veces cuenten con los progenitores guiándoles en cada paso, es mejor dejarles poco a poco aun a costa de que no lo hagan bien del todo. Como dice el refrán, a veces lo mejor es enemigo de lo bueno.

  • Alternativas

Otra manera de fomentar su autonomía es ofrecer alternativas a los más pequeños para que sientan que tienen capacidad de tomar decisiones que son respetadas. De esta forma, se les pueden dar otras opciones dentro de lo que los padres consideran aceptable para que ellos mismos aprendan a gestionar su tiempo y sus deberes.

  • Orden

Fomentando su orden en los espacios y ambientes en los que desarrollan sus actividades. Para ello, deben tener una buena estructura con cajones, armarios, cajas y todo el material que necesiten para que puedan guardar siempre las mismas cosas en los mismos sitios y aprendan a desarrollar hábitos.

  • Apoyar las iniciativas

Cualquier iniciativa que tenga el niño, siempre que no entrañe un peligro o sea considerada como una forma de desacato de la autoridad, puede ser escuchada y si no se puede llevar a cabo, se ofrecen alternativas para que pueda realizarla de una forma segura.