Lograr calmar el llanto de un bebé es toda una aventura. Algunas veces parece que tengamos una conexión telepática y rápidamente detectamos la necesidad y la solución. Con la práctica y el roce con tu bebé, estas situaciones aumentan. Pero otras veces, en especial los primeros meses, puede volverse muy difícil. No sabes qué le ocurre, no logras calmar su llanto, y te desmoronas por dentro mientras te preguntas "¡¿por qué mi bebé no deja de llorar?!". Es el momento en el que odias todos los anuncios de pañales y colonias de bebé en los que la maternidad es dulce y maravillosa: la magia no existe y nunca es un camino de rosas. Hasta se está creando una app que monitoriza llantos para detectar la causa del mismo:

😭 Zoundream, la start-up catalana que identifica por qué llora tu bebé
 

A veces te desesperarás escuchando leyendas urbanas de madres perfectas cuyos niños no lloran jamás, pero tranquila, es todo mentira. Todos los bebés lloran, y todas las madres (y padres) pasan momentos de estrés agudo al no lograr calmarlos. Pero en esto quizá podamos ayudarte las que ya lo hemos pasado, y hemos encontrado formas de calmarlos. Estos son los trucos que me han enseñado la experiencia, ¡y la experiencia de las madres que me aconsejaron a mí en mi desesperación!

Y recuerda siempre: conocer a tu bebé será la mejor forma de ganar esta batalla contra el llanto. Mientras pasan las semanas y los meses, la situación irá mejorando, y acabarás reconociendo los tipos de llanto, y con ellos, la solución para calmarlos. Salvo, claro está, que haya dolencia o enfermedad, en cuyo caso tocará ir al pediatra, ¡hablamos de llantos “normales”! Y estos trucos te ayudarán a gestionarlos.

Mi bebé llora por estos motivos

El problema de los bebés es que no saben hablar, y, por tanto, la única forma que tienen de comunicarse es reírse cuando se sienten bien o algo les gusta, y llorar cuando se sienten mal o algo les desagrada. Y ese llanto es penetrante para obtener atención, pero no necesariamente indica que ocurra nada grave.

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Mi bebé no para de llorar. Imagen: Puhimec.

Hay dos premisas básicas, el pañal limpio y la comida, dos elementos que afectan al bebé de lleno y pueden provocarle un llanto desconsolado. Cambiarlo y alimentarlo, pues, acabará con ese llanto. La lactancia no es fácil, ya sea materna o de fórmula, hay que buscar la mejor opción para el bebé. Él es el que manda, al igual que cambiamos de leche sin dudarlo, debemos estar preparadas para asumir las consecuencias de esa decisión. 

Los cólicos del bebé lactante son un motivo de lloro

Dependiendo de cada bebé, aparecerá la hora bruja o no. En general suele ser a medida que se acerque la tarde y acabará determinando nuestras noches y días. Los bebés tienen reflujo y eso puede significar que tengan determinadas molestias digestivas. Estos son los llantos más difíciles de controlar. Frente a ellos:

  • Intenta encontrar la mejor posición para que se alimente correctamente.
  • Elimina al máximo los gases que pueda tener (el eructo no puede faltar) y mantenlo erguido durante unos minutos antes de acostarlo para que el reflujo no sea una realidad. 
  • Los masajes en la tripa y colocarlo boca abajo sobre el brazo ayudará a lidiar contra los cólicos.
  • Intenta que el bebé esté cómodo, si no le gusta la postura dale la vuelta.
  • Cuando empieza a hacer la digestión puede tener algunos problemas con la leche. Es importante que se adapte a ella, sea la que sea.
  • Si haces lactancia materna, quizá algo de tu dieta pueda estar provocándole los cólicos, como el café, o la cebolla.
  • Si ninguno de los preventivos ni sistemas de calma funciona, otra opción a probar es darle el "paseo calmante". Cada bebé tiene el suyo: algunos es pasear en la mochilita metidos, otros en el carro, otro en el coche con el ruido blanco del motor. ¡Encuentra qué tranquiliza al tuyo!
  • Si le gustan los baños calentitos, puede ser otro buen sistema para distraerlo y relajarlo. Si le estresan, ¡mejor que no!

Nunca des la batalla por perdida

Lo peor que puedes hacer es perder los nervios. Empezar a gritar o a llorar de forma desconsolada, ni mucho menos sacudirlos (que es peligroso para ellos y su delicado cuello). Los bebés son auténticos imanes de emociones, si te ven contenta y feliz es menos probable que lloren. No es fácil con las emociones a flor de piel durante los primeros días, pero es importante seguir este proceso de aprendizaje con calma. La maternidad no deja de ser un viaje de lo más interesante, tómate los llantos como lo que son, un camino para conocer más al bebé y a ti misma

Otros posibles motivos de llanto: localiza la causa y descubrirás cómo calmarlo

Un bebé puede llorar porque le duela la boca, porque le duela un poco la cabeza, porque se aburra, porque se sienta solo, porque tenga calor, porque tenga frío… a veces no queda otra que ir probando a ver qué solución encaja.

Un chupete que le guste y empezar a moverlo, ya sea un balanceo con el cuerpo o con la ayuda de una hamaca, alivia muchos llantos. Eliminar todos los ruidos molestos es buena idea, aunque a veces necesitan ruido blanco para calmarse, o un poco de música que ayude a acabar con los ruidos ambientales que quizás no le gustan. 

Importante que estén a una temperatura adecuada. Los bebés quieren estar fresquitos en verano y calentitos en invierno. Intenta buscar la forma de que el bebé se sienta cómodo

Estos fueron mis trucos para calmar el llanto de mi bebé cuando no dejaba llorar. Ahora es una fase superadísima, y vosotros también la superaréis. A medida que vayas avanzando en este camino encontrarás qué funciona mejor y peor con tu bebé, y pasados los seis meses los cólicos rara vez vuelven a aparecer, así que la gestión del llanto se simplifica un poquito. Lo que te deja tiempo para enfrentarte a los siguientes desafíos, pero al menos ya no oirás ese llanto desesperante. ¡Mucho ánimo, que saldréis adelante!