Es verano, tienes la fruta madura esperando en el frutero… y de pronto, aparecen. Esas diminutas mosquitas, casi invisibles, que revolotean sin descanso y parecen multiplicarse de la noche a la mañana. Resultan molestas, pueden contaminar alimentos y, si no las controlas, la invasión crece rápido. Desde  La Gandula de El Nacional  os enseñamos como deshaceros de estas moscas.

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¿Por qué aparecen las moscas de la fruta?

Las Drosophila melanogaster, como se llaman técnicamente, aman la fruta madura porque desprende etanol y otros compuestos que para ellas son como un cartel luminoso de “barra libre”. Pero no solo la fruta: restos de comida, azúcar, vinagre, cerveza, e incluso la humedad de un trapo son perfectos para que se queden.

Además, sus huevos son microscópicos. A veces vienen en la propia fruta, y al encontrar un ambiente ideal (calor, humedad, alimento), eclosionan y se multiplican.

La clave inicial: higiene total

 Antes de pensar en trampas, hay que cortarles las rutas de acceso y eliminar sus refugios. Según la publicación de @soyamodecasa, estos son los pasos infalibles:

  • Guarda las frutas en la heladera o cúbrelas con una tapa o campana.

  • Tira la basura todos los días, aunque no esté llena, para que no se acumule materia orgánica en descomposición.

  • Revisa el desagüe del fregadero, donde pueden acumularse restos invisibles.

  • Mantén todo seco, incluida la pileta, para que no haya humedad constante.

  • Limpia con alcohol al 70 % las superficies después de cada limpieza para desinfectar y eliminar olores que las atraigan.

  • Evita dejar esponjas, paños o trapos húmedos, porque son verdaderos criaderos.

Pequeño truco extra: si compras fruta muy madura, lávala y sécala bien al llegar a casa. Así eliminas posibles huevos antes de que se activen.

La trampa más efectiva y fácil

Una vez limpia la cocina, toca ir a por ellas. Es tan simple que parece magia:

  1. Consigue un frasco de vidrio (puede ser uno de mermelada vacío).

  2. Haz un cono de papel: enrolla una hoja dejando una pequeña abertura en la punta y colócalo en la boca del frasco, con la punta hacia abajo.

  3. Añade vinagre de manzana en el fondo del frasco (unos dos o tres dedos de altura).

El mecanismo es simple: el olor del vinagre las atrae, entran por la punta del cono y, una vez dentro, les cuesta encontrar la salida. Al cabo de unas horas verás cómo la trampa empieza a llenarse.

¿Qué hacer después?

Cuando la trampa esté llena, tienes dos opciones:

  •  Verter agua caliente sobre el contenido para eliminarlas.

  • Llevar el frasco lejos de tu casa y soltarlas en el exterior.

Si quieres que no vuelvan:

  • Mantén siempre las rutinas de limpieza.

  • No compres más fruta madura de la que vas a consumir en pocos días.

  • Ventila la cocina regularmente para que los olores no se concentren.

  • Haz una revisión rápida cada noche: basura fuera, fregadero seco, superficies limpias.