Ahora que estamos en pleno verano desde La Gandula os daremos consejos para que vuestro vehículo no corra peligro. Dejar un coche estacionado al sol durante un periodo prolongado puede transformarlo en un auténtico horno. Aunque la temperatura exterior ronde los 30 o 35 grados, en el interior del vehículo el calor se multiplica con rapidez y, en cuestión de minutos, puede alcanzar más de 40 °C. Este nivel extremo de calor no solo es incómodo: puede ser peligroso para la salud de las personas y causar daños graves en objetos comunes que, sin saberlo, dejamos dentro.

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¿Qué objetos no debemos dejar nunca en el coche?

La acumulación de calor en el coche crea un efecto de invernadero. Los rayos del sol atraviesan los cristales, calientan el interior y el calor queda dentro, sin posibilidad de escapar. Esta situación no solo afecta a la tapicería o a los componentes del coche, sino también a muchos artículos que pueden deformarse, perder sus propiedades, explotar o incluso provocar incendios. Por eso, conviene conocer bien qué objetos nunca deberían quedarse en el interior de un vehículo expuesto al sol.

Objetos que no debes dejar en el coche con altas temperaturas

  1. Botellas de plástico
    El calor puede provocar que liberen compuestos químicos dañinos, como el BPA, que contaminan el agua y pueden afectar a la salud. Además, una botella transparente con líquido puede actuar como una lupa, concentrando los rayos del sol sobre una superficie y aumentando el riesgo de que se inicie un incendio.

  2. Dispositivos electrónicos
    Teléfonos móviles, portátiles, tabletas, cámaras y otros aparatos son muy sensibles a las temperaturas extremas. El calor excesivo puede dañar sus componentes internos, reducir la vida útil de las baterías, provocar fallos en el funcionamiento e incluso causar explosiones en casos extremos.

  3. Aerosoles
    Aerosoles como pueden ser desodorantes, lacas o cualquier espuma contienen gases presurizados que se expanden con el calor. Esta presión puede hacer que el envase explote, provocando daños materiales e incluso heridas.

  4. Gafas de sol o graduadas
    Si las dejas expuestas al sol, las lentes pueden concentrar los rayos como una lupa y provocar que determinadas superficies se calienten hasta quemarse. En casos extremos, este efecto puede iniciar un fuego en el interior del coche.

  5. Latas de refresco o bebidas carbonatadas
    El gas en el interior de las latas se expande con el calor, aumentando la presión interna. Esto puede provocar que revienten, manchando todo el interior e incluso causando lesiones si ocurre cerca de una persona.

  6. Encendedores
    Los mecheros con gas butano son especialmente peligrosos, ya que la presión interna aumenta con el calor y pueden explotar. Esto no solo dañaría el vehículo, sino que podría generar un incendio inmediato.

Medidas para prevenir riesgos

La mejor forma de evitar incidentes es no dejar ningún objeto de los que hemos descrito anteriormente dentro del vehículo cuando vaya a estar expuesto al sol durante un tiempo prolongado. Si es necesario transportar algo delicado, se puede usar una nevera portátil o una bolsa térmica. También es aconsejable estacionar en lugares sombreados, utilizar parasoles para reducir la temperatura interior y ventilar el coche antes de encender el aire acondicionado.