El Montseny es de esos lugares que se disfrutan sin prisas. Si queréis un plan perfecto para esta época veraniega seguir leyendo La Gandula de ElNacional.cat

Si buscas una excursión sencilla, cerca de Barcelona y con un toque refrescante, los saltos de agua del Montseny son una opción perfecta. Están en plena naturaleza, rodeados de bosque, y se pueden visitar en una mañana. No hace falta ser un gran aficionado al senderismo para disfrutarlos, así que es un plan apto para casi todo el mundo.

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Cómo llegar y qué esperar

La ruta más conocida empieza cerca del camping Les Piscines, en Santa Maria de Palautordera. Allí puedes dejar el coche y seguir un camino cómodo que en unos 600 o 700 metros te lleva hasta el primer salto de agua. El sendero está bien marcado, es bastante llano y tiene sombra gracias a la vegetación. Se camina entre faigs, castañeros y pinos, lo que hace que incluso en días calurosos la temperatura sea agradable.

Cuando llegas al primer salto de agua, el ruido del agua cayendo invita a parar. La poza natural que se forma al pie de la cascada es poco profunda en los bordes, así que puedes mojarte los pies o darte un chapuzón si te apetece. En verano, el agua está fresca, así que conviene ir preparado con toalla y ropa de baño si tienes pensado bañarte.

Más rutas y consejos

Si tienes ganas de seguir explorando, puedes avanzar río arriba. Cruzar de una orilla a otra es fácil en muchos tramos porque el agua apenas cubre los tobillos. Esta parte del recorrido permite descubrir rincones más tranquilos, perfectos para descansar o comer algo sin mucha gente alrededor. Llevar calzado cómodo que se pueda mojar es muy recomendable para evitar resbalones.

Además de este recorrido corto, en el Montseny hay otros saltos de agua que merecen una visita si quieres alargar la excursión. El Salto Negre, cerca de Gualba, es de los más conocidos y cuenta con un entorno espectacular, con paredes de roca y vegetación frondosa. Otro muy bonito es el Salto de l’Home, más pequeño y recogido, ideal para un momento de calma. También está el Salto de las Dones de Aigua, rodeado de vegetación y con su propia leyenda popular.

Para aprovechar la visita, lo mejor es llevar algo de comida y hacer un pícnic junto al agua. Eso sí, recuerda recoger todos los residuos para mantener el entorno limpio. Si vas con niños, es importante vigilar en las zonas más resbaladizas y cerca de las pozas profundas.

Este plan tiene una gran ventaja: está a poco más de una hora de Barcelona en coche. No necesitas planificar un viaje largo, y puedes ir y volver en el día. Es perfecto para desconectar, respirar aire fresco y disfrutar de un rincón natural sin complicaciones.