Entre los padres primerizos suele haber una cierta preocupación cuando los niños no alcanzan los hitos del desarrollo en el tiempo establecido, pero lo cierto es que la adquisición de determinadas competencias, como la del aprendizaje de un lenguaje verbal, es un proceso complicado y cada bebé puede hacerlo a una velocidad distinta en función de determinadas variables.

Aun así, se considera normal que los niños digan sus primeras palabras entre los 7 y los 14 meses de edad y una oración completa y coherente hacia los 2 o 3 años. Sin embargo, todo lo que se salga de esa normalidad no tiene por qué ser signo de que exista un retraso o el inicio de alguna patología, porque se pueden alcanzar esos hitos a diferentes ritmos sin que sea indicio de ningún problema.

Pautas generales

Aun así, sí que se pueden considerar una serie de pautas generales de desarrollo del lenguaje para servir como base. En este sentido, se considera que además de las primeras palabras, el niño, alrededor de los 15 meses, puede señalar algunas partes del cuerpo, entre los 12 y los 18 comienzan a ser capaz de nombrar objetos de su entorno, mientras disfrutan cada vez más cuando les leen y les cantan canciones.

Hacia los 18 meses de edad, la mayoría de los niños dicen al menos diez palabras y después de esa edad, la adquisición de palabras aumenta considerablemente. Entre el primer y el segundo año de vida, entienden preguntas básicas, siguen historias y aprenden nuevas palabras regularmente. Además, empiezan ya a juntar palabras para hacer preguntas o expresar necesidades y de los 2 a 3 años comienzan a hilar frases, de tal manera que su lenguaje comienza a adquirir una cierta coherencia. Con 3 y 4 años, utilizan oraciones más complejas y con 4 o 5 ya tienen un lenguaje más elaborado y pueden comunicarse fácilmente con los demás.

Padre e hijo / Unsplash
Padre e hijo / Unsplash

Cuándo preocuparse

Según la Asociación Española de Pediatría, los padres tendrían que preocuparse en determinados casos como los que señalamos a continuación.

  • Menores de un año

Si el niño no responde a los sonidos que le rodean o no se muestra capaz de vocalizar.

  • Entre uno y dos años

Si no utiliza gestos o señala con el dedo, o no dice adiós a los 12 meses. También puede ser signo de problemas si de forma continua prefiere gestos a vocalizar para comunicarse a los 18 meses o no imita ningún sonido a esta edad y presenta una dificultad manifiesta para entender peticiones sencillas. Del mismo modo, se aconseja acudir a un especialista si a los dos años no es capaz de decir palabras o frases, repite sonidos o palabras, pero no utiliza el lenguaje para comunicarse, no es capaz de entender indicaciones sencillas, tiene una voz extraña y hay mucha dificultad para entenderle.

Cuando existe algún problema se habla del trastorno específico del lenguaje, que se considera como un trastorno de la comunicación que provoca que no se desarrollen  de forma correcta las habilidades del lenguaje en niños que no tienen pérdida de audición. En estos casos, se ve afectada el habla, la capacidad para escuchar, la lectura y la escritura.