Una cuestión de estado. Así es como ha definido este miércoles el líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, la decisión del PP de "dar al PSOE" la alcaldía de Barcelona, en referencia al candidato del PSC, Jaume Colboni, que ya ejerce como alcalde de la capital catalana. "Yo dije a los barceloneses que Colau no es una buena alcaldesa y que los independentistas no son buenos para Barcelona, y por eso hicimos a Collboni alcalde", ha justificado el candidato a birlarle a Pedro Sánchez la presidencia del Gobierno después de las elecciones generales del 23-J.

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Feijóo, que ha equiparado el "sanchismo" a "la maldad, la mentira y la manipulación", ha asegurado que cuando el PP hizo eso no se convirtió en un partido "progresista", sino en parte del engranaje de una maniobra de Estado; cosa que ha hecho que en el País Vasco haya actuado de la misma manera con Bildu. También ha salido a justificar, además, todos los pactos que su partido está haciendo con Vox en los últimos meses para repartirse el poder en varias comunidades autónomas.

El líder de los populares ha hecho estas declaraciones en El Hormiguero. Ha pisado el plató de Pablo Motos solo 24 horas después de que lo hiciera Pedro Sánchez. Y, al poner el primer pie, el público le ha coreado "presidente, presidente". Los asistentes al programa de este miércoles han estado mucho más entregados que cuando asistió el actual presidente del Gobierno. La línea ideológica del programa es bien conocida, y Sánchez no pisaba aquel escenario desde hacía siete años.

Durante la entrevista, Feijóo ha sacado pecho también del pacto que se ha hecho público este mismo miércoles: el PP ha llegado al acuerdo con Vox de poder gobernar en solitario en las Illes Balears a cambio de una abstención de la extrema derecha y de poder perseguir la lengua catalana. "Solo con la abstención ya hacíamos", ha dicho el líder popular, que se ha atrevido a poner líneas rojas a Vox si después del 23-J tiene los apoyos suficientes para convertirse en presidente del Gobierno: "La sanidad pública y gratuita, y la negación de la violencia machista". "La Constitución y los derechos y libertades que consagra no son negociables", ha añadido.

Con respecto a las modificaciones legislativas que ha anunciado en caso de llegar al poder, ha discrepado con la posibilidad de que un menor de quince años pueda decidir "unilateralmente" un cambio de sexo, y ha considerado que el texto "no respeta el sexo biológico". En el caso de la ley del aborto, también ha opinado que una menor de dieciséis años tiene que tener el consentimiento de los padres para interrumpir el embarazo. Finalmente, también ha explicado que, en el caso de la ley de la eutanasia, los políticos no se tienen que meter en el caso, por ejemplo, de una persona "que los médicos no dicen que está en situación irreversible". Feijóo ha recomendado escuchar a los expertos de bioética antes de tomar decisiones, y hacerlo "sin apriorismos".