Si las elecciones catalanas del 12-M tienen que ser un indicador fiable, Comuns Sumar no lo pasarán bien el 9 de julio. Los comicios para escoger la nueva configuración del Parlament dejaron un resultado amargo para la formación encabezada por Jéssica Albiach, que perdió dos diputados y casi 15.000 votos —que fueron a parar a sus principales rivales de la izquierda, con el PSC como máximo beneficiado— para caer hasta los peores resultados del espacio en un cuarto de siglo. Eso, a pesar de los esfuerzos por diferenciar su proyecto del que han impulsado unos socialistas que, bajo el liderazgo de Salvador Illa, se han desplazado claramente hacia la derecha, con los macroproyectos del Hard Rock, la B-40 y la ampliación del aeropuerto como máxima representación.

No es casual que en aquel momento los Comuns pusieran el foco en la cuestión ecologista. Y lo hacen ahora de nuevo, con una candidatura a las elecciones europeas que liderará Jaume Asens y que tiene por lema 'Para la paz, para el planeta, para el futuro'. En el primer punto del mensaje, la formación afrontará una rivalidad complicada para diferenciarse de unos socialistas que han cogido plenamente la defensa de Gaza en el marco de la guerra perpetrada por Israel, con llamamientos para un alto el fuego y el inminente reconocimiento de Palestina anunciado por el presidente Pedro Sánchez. En cambio, Asens podrá enfatizar esta lucha por el medio ambiente, con reclamos para "convertir Europa en líder mundial en transición ecológica", en palabras del mismo candidato. La misma presentación desde el Parque Fluvial del Besòs quiso ser una metáfora de "cómo Europa puede ser una palanca de cambio a favor de un territorio más verde y saludable". La pugna por el voto verde, pues, está servido, y aquí es donde los Comuns arrancan, de entrada, con ventaja.

Esta no es la única reivindicación de la candidatura que lidera Jaume Asens. Con el objetivo de recuperar el voto del elector de izquierdas, los Comuns también abogan por una Europa que plante batalla contra las desigualdades y cumpla la esperanza de vivir mejor. Es en esta línea que la formación ya ha puesto al frente de sus prioridades las políticas que sirvan para garantizar los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBIQ+ y de las personas migrantes, pero también el derecho a la vivienda y la lucha contra la pobreza infantil. Con todo, agitando al fantasma de una amenaza real, como es el fortalecimiento de los ultras que todas las encuestas pronostican. Si los socialistas ya ha planteado la cita con las urnas como un plebiscito contra la extrema derecha europea, también los Comuns han hecho un llamamiento a la movilización para parar a la "internacional reaccionaria", liderada por unos candidatos que "no tendrán ningún escrúpulo a la hora de vender nuestro futuro e, incluso, el Parlamento Europeo".

La distancia con el PSC se amplía

Así, mientras los Comuns intentan recuperarse del retroceso sufrido el 12-M, tendrán que lidiar un combate desigual con el PSC. El cierto desconocimiento que genera la figura del candidato socialista, Javi López —a pesar de repetir por tercera ocasión consecutiva—, no frenará el impulso que arrastra la formación en las recientes citas con las urnas. Para Asens, aproximarse a su rival será prácticamente imposible, y se calcula que la distancia que los separó en 2019 se amplíe todavía más. En las últimas elecciones europeas, el espacio de los Comuns rozó prácticamente los 300.000 votos, una cifra agradable, pero que quedó muy por detrás del PSC, que se llevó 766.000 votos. Hay que retroceder hasta 2014 para encontrarse con la sorpresa: en aquella ocasión, unos socialistas en horas bajas solo rascaron 358.000 votos, 100.000 más que ICV, que entonces representaba el espacio de los actuales Comuns. Pero el sorpaso habría sido posible si no hubiera sido por la irrupción de Podemos que, espoleado por el movimiento del 15-M, se llevó 117.000 votos.

Irene Montero contraataca

Ahora, los morados podrían volver a aguar la fiesta de los Comuns. La batalla a la izquierda alternativa está servida: más allá de la amenaza de los socialistas, Jaume Asens se verá desafiado por Irene Montero, que encabezará la candidatura de Podemos. La caída de gracia de la exministra de Igualdad parecería sentenciarla al fracaso, después de que la ley del 'Solo sí es sí' fuera tergiversada por la justicia española para beneficiar centenares de agresores sexuales, polémica que se sumó al veto de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz de las listas de Sumar a las elecciones generales del año pasado. Pero Montero conserva aún un fuerte apoyo de ciertos sectores de la izquierda, también en Catalunya, que lamentan el trato que ha recibido y aplauden su firmeza.

Asens ya ha salido del paso para asegurar que no considera que los morados sean un "adversario" porque los Comuns tienen "muy claro quién tiene delante y quién tiene al lado". Incluso ha llegado a alargar la mano a Montero para encontrar "espacios comunes" en los cuales trabajar desde las instituciones europeas. Mientras tanto, la candidata de Podemos ya visitó Barcelona hace unos días para llevar su precampaña electoral, extendiendo un discurso muy similar al de sus rivales y centrado en denunciar el "genocidio" de Israel en la Franja de Gaza, la oposición a la posible rebaja de los impuestos, la lucha contra la violencia machista y la amenaza del cambio climático. En medio de este entramado, los Comuns lo tendrán difícil para hacerse oír.