Tal día como hoy del año 1936, hace 87 años, y en el contexto de la Guerra Civil española (1936-1939), la presidencia y el gobierno de la República española, presididos, respectivamente, por Manuel Azaña (Izquierda Republicana) y por Francisco Largo Caballero (PSOE), llegaban a València y se establecían en el edificio de la Capitanía General, en la plaza de Tetuan; que, a partir de aquel momento, sería denominada plaza Roja. También las Cortes republicanas (el equivalente al actual Congreso de los Diputados) se trasladaron a València, y se establecieron en el edificio de la Llotja de la Seda, en la plaza del Mercat, donde celebrarían sus sesiones.

De esta manera, València cap-i-casal se convertía en la capital de la República española, condición que mantendría durante trece meses, hasta que se produjo un nuevo traslado, en aquel caso hacia Barcelona (31 de octubre de 1937). Las razones que llevaron al gobierno de la República a desplazarse a València sería la posición de las tropas rebeldes, que habían ganado el dominio sobre tres de los cuatro sectores territoriales que rodeaban Madrid. Ante esta situación de amenaza, el aparato gubernativo de la República se trasladaría a València, que en aquel momento estaba muy alejada de todos los frentes de guerra. El posterior traslado a Barcelona sería por las mismas causas.

No obstante, Madrid resistiría hasta última hora y no caería en manos de los rebeldes hasta el 28 de marzo de 1939 (dos días antes que València y dos meses después de que Barcelona). Por este motivo, el gobierno rebelde, llamado Junta de Burgos y presidido por el general Franco, se resistiría a reubicar la capitalidad del Estado en Madrid. Temía encontrar una ciudad hostil y amenazante, al revés de lo que habían sido Salamanca o Burgos, sedes de los gobiernos rebeldes durante el conflicto civil. Sería el poder económico español que se había implicado en la rebelión contra la República el que, al final del conflicto, forzaría el desplazamiento del gobierno franquista de Burgos a Madrid.