Tal día como hoy del año 1919, hace 100 años, la Universidad de Valencia inauguraba el Instituto de Idiomas, que ofrecía la enseñanza, en horario de tarde, de griego (clásico y moderno), latín vulgar, árabe, alemán, inglés, francés, italiano, castellano y catalán. Según la prensa de la época, aquel organismo se instituía al margen de los mecanismos oficiales de ingreso a la universidad, a fin de que los cursos fueran accesibles al conjunto de la sociedad. Según la misma prensa, se establecía un máximo de asistentes y un precio de 30 pesetas por curso (el equivalente actual aproximado a 30 euros), salvo para el catalán, que no tenía límite de inscripciones ni coste económico. La nota de prensa decía "No se limitará ni el número de alumnos ni se exigirá ni un céntimo por la inscripción".

El decano de la Universidad de València, Frederic Climent Terrer, lo argumentaba diciendo que "se comprende este trato de idioma más favorecido, porque no es uno extraño que se haya de aprender desde el abecé en adelante, sino el materno, el natural y propio". Y añadía: "Todos cuantos lo hablan maltrecho por las adulteraciones del abuso, que no hay que confundir con las espontáneas modificaciones del uso, tienen no solamente el derecho, sino á mi juicio el deber de realzar su materno idioma, tanto por servirle, una vez perfeccionado, de más valioso instrumento de expresión cuanto porque el mejor conocimiento del propio les capacitará mayormente para aprender y respetar los ajenos, que también tienen quien los cultive y los adore".

Aquella iniciativa se sumaba a las políticas de recuperación del catalán fomentadas por la Mancomunitat de Catalunya (1914), que su presidente Enric Prat de la Riba había resumido con la frase: "De la cultura catalana el Estado no se preocupa y las diputaciones tenemos que suplir esta deficiencia del Estado fomentando el cultivo y perfeccionamiento de la lengua", y coincidía con la publicación de la primera normativización fabriana (1917). En este sentido, el decano de la Universidad de València dijo: "El curso de idioma valenciano, que algunos filólogos califican de dialecto del catalán, y bien pudiera ser el mismo catalán adaptado á la naturaleza del país desde los tiempos de la conquista, seguirá siendo una distinguida y lógica excepción entre los demás idiomas".

Imagen: Patio de la Universitat Literària Valenciana (1907) / Biblioteca Valenciana