Tal día como hoy del año 1993, hace 30 años, el Diario Oficial de la Generalitat publicaba la Ley 1/1993, que había sido previamente aprobada por el Parlament de Catalunya, que proclamaba la melodía Els segadors himno oficial de Catalunya. Desde principios del siglo XX Els segadors era el himno oficioso de Catalunya; y se había utilizado, especialmente, durante la etapa de la Generalitat republicana (1931-1939) y durante los primeros años de la Generalitat restaurada (1977-1993). No obstante, durante muchos años del siglo XX, la melodía Els segadors fue el himno oficioso que defendían las clases progresistas, mientras que las clases intelectuales se decantaban por el Cant de la senyera y las clases tradicionalistas por el Virolai.

El origen de la melodía Els segadors remonta a la crisis y Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59), un conflicto dentro de un conflicto de más alcance que era la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), y que enfrentaría Catalunya y Francia contra la monarquía hispánica. Els segadors era, originariamente, una canción popular de protesta por las atrocidades cometidas por los ejércitos hispánicos (los Tercios de Castilla) contra la población civil de Catalunya antes del conflicto (1635-1640) y durante los primeros meses de la guerra (1640-1641). Después del conflicto, Els segadors cayó en el olvido, y no sería recuperada hasta dos siglos y medio más tarde, por el investigador y erudito Manuel Milà i Fontanals (1882), figura fundamental de la Renaixença cultural catalana.

A partir de aquel redescubrimiento, el tejido asociativo catalán —que vivía la efervescencia del movimiento de recuperación cultural y política de la Renaixença— promovería la adaptación de aquella histórica melodía a la modernidad, conservando el espíritu de la letra y de la música. El poeta de ideología libertaria Emili Guanyavents (Barcelona, 1860-1941) ganaría el concurso organizado por la Unió Catalanista (1899) que fijaría la letra y la música actuales. Poco después (verano-otoño de 1900) se produciría la primera grabación de Els segadors. Sería en Barcelona, en los estudios de la compañía E. Berliner's Gramosphone. Se hizo una tirada de quinientos ejemplares que se comercializaron en Barcelona y que se agotaron rápidamente.