Tal día como hoy del año 1914, hace 109 años, los presidentes de las cuatro diputaciones provinciales catalanas, constituían formalmente la Mancomunitat de Catalunya, la institución que tenía que conducir el país hacia la restauración del autogobierno. Los cuatro presidentes eran Enric Prat de la Riba (de la Lliga Regionalista y presidente de la Diputación de Barcelona); Agustí Riera i Pau (de la Lliga Regionalista y presidente de la Diputación de Girona); Josep Gil i Dòria (del Partit Liberal y presidente de la Diputación de Lleida); y Antoni Estivill i Llorach (del Partit Reformista y presidente de la Diputación de Tarragona). Prat de la Riba fue elegido presidente de la institución, y lo sería hasta su prematura muerte, en 1917.

Aunque sus competencias no iban más allá de las diputaciones provinciales, adquirió una gran importancia política: representaba el primer reconocimiento por parte del Estado español de la personalidad de Catalunya desde 1714. Con escasos recursos dinerarios, pero con una extraordinaria gestión económica; llevó a cabo una gran tarea de modernización del país. Creó una moderna red de enseñanzas elemental, profesional y técnica; impulsó la innovación y la universalización de la sanidad; creó infraestructuras de carreteras, ferrocarriles, puertos y teléfonos; introdujo técnicas de mejora en la producción industrial y agraria; y modificó la orientación del foco catalán hacia Europa.

La estructura de la Mancomunitat estaba formada por tres instrumentos: la Presidencia; el Consejo Permanente (el gobierno), formado por el presidente y por ocho consellers (Caminos y Puertos, Cultura e Instrucción, Agricultura y Servicios Forestales, Beneficencia y Sanidad, Obras Hidráulicas y Ferrocarriles; Teléfonos; Política Social; y Hacienda); y la Asamblea General (el parlamento), que reunía a 96 diputados (36 de la provincia de Barcelona, y 20 de cada una de las otras tres provincias catalanas). En 1919 la Mancomunitat sacó adelante el primer proyecto de Estatuto. Aquel proyecto fue retirado de las cortes de Madrid antes de su votación a causa del clima de extrema violencia que fabricaron los diputados españoles contra los diputados catalanes y contra los intereses catalanes en España.