Tal día como hoy del año 1406, hace 617 años, se produjo la primera riada del Júcar que se ha documentado, aunque se tiene constancia de un episodio similar en 1320. Según las fuentes documentales de la época, el crecimiento descontrolado del caudal del río vino precedido por un episodio de lluvias torrenciales que habrían afectado a la cabecera del Júcar (la sierra de Cuenca, en la Corona castellanoleonesa) durante los días inmediatamente anteriores. Dichas fuentes revelan que el río Júcar, en su tramo final (actuales comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baixa, en la parte central del País Valencià) alcanzó niveles nunca vistos hasta entonces.

Dichas fuentes revelan, también, que esa riada provocó muchas víctimas y una gran destrucción en Alzira y Carcaixent, que en el momento de la riada eran dos villas en pleno proceso expansivo, demográfico y económico. Alzira y Carcaixent, fundadas durante la etapa de dominación árabe del territorio (siglos VIII a XII) sobre una concentración de explotaciones agrarias de la época hispanorromana (siglos II a.C. a V d.C.), habían sido conquistadas por el rey Jaume I (1242) y repobladas con familias procedentes de Lleida y Tortosa. Cuando se produjo la riada, era una de las principales concentraciones demográficas del reino de València, rivalizando con otros centros próximos como Xàtiva o Gandia.

Aquella riada, que según las fuentes de la época fue devastadora, no sería la última. Según el investigador Tomàs Peris Albentosa, desde entonces se han producido un mínimo de diez riadas. La de 1475 sería especialmente devastadora. Las fuentes documentales revelan que, sumando las villas de Alzira y Carcaixent, hundieron unas 900 casas, en las que vivían unas 5.000 personas. Pero la más reciente sería la más espectacular. El 20 de octubre de 1982, tras un intenso episodio de lluvias, la presa del embalse de Tous, situada a 30 kilómetros río arriba de Alzira y Carcaixent, reventó, inundó totalmente el curso bajo del Júcar y causó la muerte a 40 personas.