Tal día como hoy del año 1610, hace 415 años, en París se quemaban públicamente todos los ejemplares de la obra De regis et regis institutione que la policía había podido localizar y confiscar. En aquel libro, obra del jesuita castellano Juan de Mariana, se legitimaba el asesinato de un monarca si este actuaba con tiranía. La cancillería francesa relacionó su difusión con los asesinatos de los reyes Enrique IV —primer Borbón en el trono de París—, que se había producido tres semanas antes (14 de mayo) y del rey Enrique III —último Valois en el trono de París— perpetrado dos décadas antes (1 de junio de 1589).
En ambos casos, los autores de estos asesinatos habían sido elementos católicos muy radicalizados, que pensaban que estos reyes habían cometido traición a la fe católica. La obra de Mariana —que, presuntamente, habría inspirado aquellos crímenes— no se publicaría hasta 1599 (diez años más tarde del asesinato de Enrique III); pero la cancillería de París la vio como la compilación de una serie de escritos anteriores —que se consideraba que hacían apología al regicidio— y que el jesuita castellano habría escrito y publicado en París mientras era profesor de Teología en la Universidad de la Sorbona (1569-1574).
Precisamente, durante el periodo durante el que Mariana estuvo en París, se había producido el asesinato de miles de calvinistas en la capital y en varias ciudades de Francia, instigada por elementos católicos muy influyentes y muy radicalizados y que sería conocido como la Matanza de San Bartolomé (agosto – octubre, 1572). Posteriormente a la masacre de calvinistas, los reyes Enrique III y Enrique IV, que contemporizarían con aquellos colectivos damnificados, serían asesinados, respectivamente, por el dominico Jacques Clement y por el agustino exclaustrado François Ravaillac.