Tal día como hoy del año 1806, hace 217 años, un grupo expedicionario norteamericano, comandado por el capitán Meriwether Lewis y el teniente William Clark, completaba el largo viaje de exploración y toma de posesión del territorio situado entre el río Missouri (en el este) y el océano Pacífico (en el oeste). Aquel viaje exploratorio, que había durado veinticinco meses, había sido promovido por el presidente Thomas Jefferson, y había sido financiado con una asignación pública de 2.500 dólares de la época. Se había iniciado después de que el gobierno norteamericano hubiera hecho efectiva la compra de la colonia francesa de Luisiana (4 de julio de 1803): el territorio de los valles de los ríos Misisipi y Missouri, que había despertado el interés de la Casa Blanca por los territorios del oeste del continente.

Aquel viaje se había iniciado en Saint-Louis (en la orilla del Missouri), poco después de la compra de la colonia (14 de mayo de 1804). Pasados dos meses (21 de julio de 1804), los norteamericanos se adentraban en territorio de los sioux. Durante aquel largo recorrido, se encontraron con varias tribus nativas y con comerciantes de pieles franceses, que colaboraron en el éxito de aquella empresa. El 4 de noviembre de 1805 encontraron al mítico trampero Touissaint Charbonneau, que, con sus esposas Sacagawea y Pequeña Nutria, se sumó a la expedición. El 11 de febrero de 1806, cuando el grupo se acercaba a Yellowstone, nació Jean-Baptiste, hijo de Sacagawea y el primer regalo que recibió al bebé fue un sonajero hecho con la cola de una serpiente cascabel.

El 20 de noviembre de 1805 (dieciocho meses después del inicio del viaje), el grupo expedicionario alcanzaba la costa del Pacífico, en la desembocadura del río Columbia, cerca de la actual ciudad de Portland (Oregón). En aquel momento, se sometió a votación la ubicación del campamento, y en aquella consulta votaron al esclavo afroamericano York y las esposas indias de Charbonneau. Los expedicionarios se instalaron al margen izquierdo del río Columbia, sobre las tierras que treinta y dos años antes (1774) habían explorado y cartografiado los catalanes Joan Perés y Salvador Fidalgo, jefes militares de la Companyia Franca de Voluntaris Catalanes. El resultado de aquella expedición catalana no había despertado nada de interés en la corte del rey español Carlos III.