Tal día como hoy del año 1910, hace 112 años, en el contexto de una profunda crisis política, el rey Alfonso XIII nombraba presidente del Consejo de Ministros (equivalente a presidente del gobierno) al político regeneracionista José Canalejas Méndez (Ferrol, Galicia, 1854 – Madrid, 1912), líder del Partido Democrático Liberal, que llegaba al poder con un amplio programa de reformas sociales y políticas. Una de las propuestas más destacadas de su programa era la concesión de una autonomía administrativa y fiscal para Catalunya, que tenía que culminar con la restauración del autogobierno catalán, liquidado en sangre y fuego en 1714. Este proyecto lo había preparado en colaboración con Enric Prat de la Riba, líder la Liga Regionalista y futuro presidente de la Mancomunitat (1914-1917).

Cuando Canalejas llegó al poder, el catalanismo político ya era la opción mayoritaria en Catalunya. Poco antes, en las elecciones generales de 1907, la plataforma Solidaridad Catalana —que agrupaba todas formaciones de obediencia estrictamente catalana partidarias de la restauración del autogobierno catalán— había obtenido un resultado histórico: 40 de los 44 diputados electos en las cuatro circunscripciones electorales catalanas. También poco antes, durante la Semana Trágica de 1909, el aparato policial y militar español había desatado una brutal represión, que se saldó con 5 penas de muerte, 12 de cadena perpetua, casi 1.000 condenas de varias duraciones y más de 200 destierros; y que había convertido Catalunya en un polvorín social.

Canalejas no pudo completar la implementación de su programa social y político. El 12 de noviembre de 1912 (dos años y dos crisis de gobierno después de llegar al poder) fue asesinado por el anarquista Manuel Pardiñas Serrano (El Grao, Aragón, 1880 – Madrid, 1912), que le disparó a bocajarro delante del escaparate de la librería San Martín de la capital española. La repentina desaparición de Canalejas inauguró un periodo convulso que hacía caer el proyecto de autogobierno de Catalunya de la agenda política española. Pero Prat de la Riba, con una extraordinaria habilidad política, supo reconducir la situación con los sucesores de Canalejas (García Prieto y Romanones), y la Mancomunitat de Catalunya sería instaurada el 6 de abril de 1914.