Tal día como hoy del año 1894, hace 129 años, en Lleida; nacía Zoe Rosinach Pedrol; que, años después, se convirtió en la primera mujer licenciada y primera mujer doctorada en farmacia de la península Ibérica. Zoe Rosinach había nacido en una familia progresista, formada por sus padres, Pau Rosinach, dentista ambulante; y Carme Pedrol, comadrona; y cuatro hijos. Zoe era la tercera, precedida por dos niños, y seguida por su hermana Paz, que sería uno de los grandes apoyos que tuvo durante su vida. La pareja Rosinach-Pedrol eran originaria del pueblo de Juneda (Les Garrigues), pero se habían establecido en Lleida poco después de casarse.

Zoe hizo los estudios elementales y el bachillerato en Lleida, y empezó la carrera de farmacia en Barcelona. Pero la negativa de un catedrático a aprobarle la asignatura de Química Analítica por su condición de género, la obligó a trasladar la matrícula a la Universidad Central de Madrid. En 1917 se licenció con las máximas calificaciones y en 1920 leía y aprobaba su tesis doctoral. Aquel hecho tuvo un importante impacto en la sociedad de la época, y la revista Blanco y Negro y el Boletín Oficial de Farmacéuticos de Lleida publicaron su fotografía en portada como primera doctora en farmacia de la península Ibérica.

Poco después se casó con el médico rural Pedro Baringo Alcolea (1924) que tenía plaza asignada en Albalate del Arzobispo (Aragón); y tuvo que vencer muchos perjuicios para poder ejercer su profesión. Después de la muerte del farmacéutico del pueblo (1930), consiguió abrir su primera farmacia. Al estallido de la Guerra Civil (1936) tuvieron que huir a Zaragoza, amenazados por los anarquistas, y una vez allí fueron represaliados por el bando rebelde por su ideología republicana. En 1938 una empresa del ramo la avaló con la única prenda de su palabra, y acto seguido pudo abrir su farmacia en Zaragoza. Regentó su negocio hasta su muerte, en 1973.