Tal día como hoy del año 1451, hace 573 años, en Madrigal de las Altas Torres (Corona castellanoleonesa), nacía Isabel de Trastámara y de Avís; que veintitrés años más tarde (11 de diciembre de 1474) se convertiría en Isabel I, reina titular de Castilla y de León. Isabel era hija del rey Juan II de Castilla y de León y de su segunda esposa Isabel de Avís (hija del condestable —capitán general— de Portugal y nieta del rey Juan I de Portugal). Cuando Isabel de Trastámara, coronada Isabel I, se sentó en el trono de Toledo, ya hacía dos años que estaba casada con su primo segundo, Ferran de Trastámara y Enríquez, futuro Fernando II de Catalunya y de Aragón (19 de octubre de 1469).

Inicialmente, ocupaba un lugar poco relevante en la línea sucesoria. Pero los conflictos en la corte castellana la propulsaron hasta una posición privilegiada. Su hermanastro mayor, el rey Enrique IV, estaba inmerso en un conflicto permanente con la aristocracia latifundista por su política autoritaria. Mientras tanto, su esposa, la reina consorte Juana de Portugal (prima de la segunda esposa de su suegro y madre de Isabel), mantenía una tórrida relación extramatrimonial con Pedro de Fonseca, bisnieto del rey Pedro I, el último monarca de la estirpe castellana Borgoña, y, por lo tanto, enemigo político de primer nivel del rey y de la estirpe real Trastámara.

Tanto las aristocracias latifundistas como la misma Isabel difundieron que el rey Enrique IV era impotente; y afirmaban que su hija Juana (que había engendrado con su esposa) no era suya; sino de una relación extramatrimonial de la reina (otra, además de la ya conocida con Fonseca), en este caso con el ministro Beltrán de la Cueva. Por todo eso, Isabel le colgó la palabra "la Beltraneja" a su sobrina, con el clarísimo propósito de desacreditarla y apartarla de la carrera sucesoria. Juana, sería transitoriamente apartada de la sucesión —en parte por la conducta disoluta de su madre—, hasta que Isabel se casó secretamente con Fernando (1469).

La boda de Fernando e Isabel, celebrada a espaldas y contra la voluntad del rey Enrique IV, cambió todo el escenario. Isabel perdió la condición de heredera que había ganado poco antes al desplazar a su sobrina Juana. Y en aquel momento estalló la Segunda Guerra Civil castellana (1471-1475), que enfrentó el partido de Isabel (baja nobleza, clases mercantiles, partidarios de la unión dinástica con la Corona catalanoaragonesa y la cancillería de Barcelona); contra el partido de Juana (aristocracia latifundista, partidarios de la unión dinástica con la Corona portuguesa y la cancillería de Lisboa). Después de una sangrienta guerra civil alcanzaría el trono y sería llamada "reina católica".