Tal día como hoy del año 1642, hace 383 años, en París, moría Armand-Jean du Plessis (París, 1585), cardenal, duque de Richelieu y primer ministro de Francia (1624-1642) durante buena parte del reinado de Luis XIII (1617-1643). Su política pivotó sobre dos ejes principales: erosionar el poder de la nobleza en beneficio de la corona para consolidar el régimen absolutista en Francia y alimentar una estrategia de hostilidad permanente con la monarquía hispánica con el objetivo de desgastarla y propiciar el relevo, a manos de la monarquía francesa, a la categoría de primera potencia mundial. Fue el hombre más poderoso de Francia después del rey, e incluso se le acusó de eclipsar al monarca en varias ocasiones. Por este motivo, se le conoció como “la eminencia roja” (por el color de su vestidura cardenalicia).
Richelieu desempeñó un papel decisivo en la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59). Durante la crisis y revolución de los Segadores (junio – septiembre, 1640), negoció con las autoridades catalanas una serie de tratados internacionales que reconocían la independencia de Catalunya (Pacto de Ceret, 1640, y Pacto de la Peronne, 1641). A través de estos pactos, Francia y el bloque de potencias europeas que gravitaban en la órbita francesa reconocían a Catalunya su naturaleza de sujeto político (legítima capacidad para autodeterminarse). A finales de diciembre de 1640, cuando las tropas hispánicas de Felipe IV —comandadas por el sanguinario marqués de Los Vélez— ya habían iniciado la ocupación del Principat, propuso al president Pau Claris constituir Catalunya en una república.
No obstante, el 23 de enero de 1641, con las tropas hispánicas de Los Vélez en Martorell —cruzando el río Llobregat en dirección a Barcelona—, cambió de estrategia, y condicionó la ayuda militar francesa a la transformación de Catalunya en un principado independiente y a la proclamación de Luis XIII como conde de Barcelona u Hombre Principal de Catalunya, totalmente al margen de su condición de rey de Francia. El president Claris, forzado por los acontecimientos, aceptó, y tres días más tarde, el 26 de enero de 1641, en la falda de la montaña de Montjuïc, el ejército catalanofrancés derrotaba y provocaba la huida desordenada de las tropas hispánicas de Felipe IV y Los Vélez, e inauguraba un período de once años de independencia en el Principat (1641-1652) y de dieciocho en los condados ultrapirenaicos (1641-1659).