Tal día como hoy del año 1933, hace 84 años, moría en Barcelona Francesc Macià y Llussà, que el 14 de abril de 1931 había restaurado la Generalitat, dos siglos después de que Felipe V, el primer Borbón hispánico, hubiera ordenado su liquidación (16 de enero de 1716), "por justo derecho de conquista". Macià había sido el 122º president, primero de forma provisional (hasta el 13 de diciembre de 1932) y a continuación por voluntad popular hasta el día de su muerte (25 de diciembre de 1933). La lista electoral de Esquerra Republicana que encabezaba Macià obtendría 56 de los 85 diputados de la Cámara en las primeras elecciones al Parlament (20 de noviembre de 1932) de la historia de Catalunya.

Mucho antes de morir, Francesc Macià ya había alcanzado la categoría de mito. La sociedad catalana lo llamaba afectuosamente "l'Avi" ('el Abuelo'). Había sido el fundador del partido independentista Estat Català (1922), la formación política que, desde la clandestinidad que imponía el régimen dictatorial de Primo de Rivera (1923-1930), fue la más combativa en defensa de las reivindicaciones nacionales catalanas. Había protagonizado los Hechos de Prats de Molló de 1926 —el intento de liberar Catalunya con una acción armada— y, perseguido por la justicia española, había estado en el exilio en Bruselas, Buenos Aires y La Habana, donde reorganizó políticamente el movimiento independentista catalán.

Nota de prensa de The New York Times sobre la muerte del president Macià / Archivo de El Nacional

En los meses precedentes a las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 —las que provocaron la caída del régimen monárquico español— Macià sería, con su partido, el impulsor de la fundación de Esquerra Republicana, que contra pronóstico derrotaría a la Liga Regionalista en aquellos comicios. Tras su muerte sería sucedido por Lluís Companys, presidente del Parlament, primero de forma provisisonal, y de forma definitiva, en sesión extraordinaria de la Cámara el día 1 de enero de 1934. La figura de Macià, por su dimensión política y humana, ha sido la más relevante del siglo XX catalán. Su entierro sería la manifestación de duelo más multitudinaria, nunca superada, de la historia de Catalunya.

 

Imagen principal: Cortejo fúnebre en el entierro del president Macià / Arxiu Nacional de Catalunya