Tal día como hoy del año 1931, hace 92 años, en París, moría Josep Joffre i Plas (Ribesaltes, Rosselló, 1852), que había sido mariscal de Francia y uno de los militares más destacados del ejército francés durante la I Guerra Mundial (1914-1918). Al inicio de aquel conflicto, Joffre salvó París de la ocupación alemana y desplazó a seis mil reservistas con gran rapidez al frente del Marne (situado entre 100 y 300 quilómetros al este) con los famosos taxis Renault de la capital francesa. No obstante, no pudo evitar las derrotas francesas en Verdun y en el Somme, que si bien no pusieron París en situación de amenaza real, sí que cronificaron el frente de guerra en suelo francés.

A finales de 1916 fue relevado por el general Nivelle y fue enviado en misión diplomática a Norteamérica. En Nueva York despertó un gran entusiasmo popular, y la prensa lo presentó como un héroe nacional. Su figura fue comparada a la del general francés Lafayette, que había sido uno de los héroes del ejército norteamericano en la Guerra de la Independencia (1775-1783). En el transcurso de aquella misión diplomática mantuvo largas entrevistas con el presidente norteamericano Wilson, que inicialmente había proclamado la neutralidad de los Estados Unidos, y consiguió que los norteamericanos entraran en la guerra con el eje aliado (Francia, Gran Bretaña e Italia).

Joffre era hijo de una familia catalanohablante, y el catalán había sido su lengua materna. Eso haría que, en el transcurso de su vida, mantuviera una intensa relación con la Catalunya Nord y con el Principado y con los movimientos culturales y políticos catalanistas. Su casa solariega de Ribesaltes fue centro de reunión de intelectuales catalanistas e, incluso, de acogida de políticos independentistas perseguidos por el estado español. Concluida la I Guerra Mundial, Joffre fue invitado a presidir los Juegos Florales, en Barcelona, que se celebraron en un contexto reivindicativo, por la negativa española a tramitar la propuesta de autogobierno de 1919.

Durante los primeros compases de la I Guerra Mundial, Joffre también había tenido un papel protagonista en la participación catalana en el conflicto. Joffre —general en jefe del ejército francés— y Prat de la Riba —presidente de la Mancomunitat de Catalunya— pactaron la creación de una compañía de voluntarios catalanes que combatiría en el frente del Marne, defendiendo París. Esta compañía, nombrada Comité de Hermandad de Voluntarios y que la investigación historiográfica cuantifica en unos 6.000 efectivos, tuvo un papel muy relevante en aquel conflicto, y contribuyó poderosamente a la internacionalización de las reivindicaciones nacionales de Catalunya.