Tal día como hoy del año 1540, hace 478 años, moría en Brujas (Flandes) el filósofo, teólogo, pedagogo, sociólogo y politólogo Joan Lluís Vives i March, considerado uno de los máximos representantes del humanismo europeo y uno de los más destacados intelectuales de la historia de Europa. Vives, nacido en València el 6 de marzo de 1492 en una familia de judíos conversos catalanohablantes, se vio forzado al exilio, que se prolongaría, prácticamente, durante toda su existencia, para escapar de la implacable persecución de la Inquisición hispánica. Sus verdaderos apellidos eran Abenfaçam-Xatrup y durante su exilio su padre, sus hermanos y varios parientes que se habían quedado en Valencia murieron quemados en los actos de fe inquisitoriales.

En el transcurso de su vida ejercería de profesor en las universidades de París, Lovaina y Oxford, y sería el preceptor de personalidades que, posteriormente, tendrían importantes responsabilidades políticas, como María Tudor, futura reina de Inglaterra; Reginald Pole, futuro arzobispo de Canterbury, y Mencia de Mendoza, futura virreina de Valencia y considerada la mujer más capacitada intelectualmente de su época. También sería el preceptor de personalidades que ya ejercían responsabilidades políticas y eclesiásticas, y que deseaban formarse en la corriente humanista, como Guillem de Croy, arzobispo de Toledo, y Catalina de Aragón, reina de Inglaterra. Y también sería preceptor de otros preceptores que desempeñarían esta tarea formando a los hijos de varias casas reales europeas.

Plano de Brujas (1572) / Universidad Hebrea de Jerusalén

Vives fue un gran defensor de la concordia y de la paz, que consideraba los estados naturales del hombre. Y fue el precursor del estado social. Preocupado por las malas condiciones de vida de las clases humildes de Brujas, ideó un sistema público-privado de protección de los enfermos, de formación profesional y de ocupación laboral. Durante su existencia tuvo una relación muy fluida con los grandes pensadores de la época, como Erasmo de Róterdam y Thomas More. Y su correspondencia epistolar fue muy valorada por las cancillerías de Roma, de Lisboa y de Londres. Vives, casado en Brujas, su segunda patria, con Margarida Valldaura, hija también de judíos conversos valencianos exiliados, moriría a los 48 años dejando un legado intelectual que hoy todavía es válido.

Imagen principal: Joan Lluís Vives / Biblioteca Valenciana