Tal día como hoy del año 1528, hace 495 años, en Monzón (reino de Aragón); moría Juan de Ribagorça, hijo de la relación extramatrimonial entre Alfonso de Aragón (hermanastro de Fernando el Católico) y de María Junquers (hija del castellano de Roses). Alfonso de Aragón, padre de Juan de Ribagorça, era hijo de una relación extramatrimonial de Juan II (padre de Fernando el Católico) y su concubina Leonor de Escobar. Juan de Ribagorça había nacido en Benabarre, capital del condado de Ribagorça, en 1457, cinco años más tarde que su tío y, después valedor, Fernando el Católico.

Los Trastámara no olvidaron nunca que habían alcanzado el trono castellano-leonés con la coronación de Enrique II (1369), hijo bastardo del rey Alfonso XI de Castilla y de León y de su concubina Leonor de Guzmán. En el transcurso del siglo y medio que gobernaron en Toledo (1369-1516) y de la centuria que lo hicieron en Barcelona (1412-1516); nunca se desentendieron de sus bastardos, y eso explica que Alfonso recibiera el título de conde de Ribagorça (que era de titularidad real desde 1425); y que este lo transmitiera a su hijo natural Juan.

Alfonso tenía descendencia masculina legítima, pero el hecho de que Joan, hijo natural, heredara el condado de Ribagorça indica que este retoño era un personaje con unas destacadas habilidades políticas y militares. Su tío Fernando el Católico le facilitó el camino para dirigir la orden de Sant Joan de l'Hospital en Catalunya y en Aragón (1506-1512); y para presidir la Generalitat de Catalunya (1512-1514). En 1507 lo nombró virrey de Nápoles y lo fue hasta 1509, que fue cesado fulminantemente cuando pacificó una revuelta popular con una brutal violencia.

El Rey Católico había perdido a sus hijos macho legítimos y parecía inevitable que las coronas de los Trastámara acabaran en manos del nieto Habsburgo, como así sería (1518). Por este motivo, Fernando valoró la posibilidad de nombrar sucesor en el trono de Barcelona su hijo natural, Alfonso de Aragón y Roig de Ivorra (Cervera, 1470 – Lécera, Aragón, 1520), que era eclesiástico, pero que tenía una prolífica descendencia ilegítima; o a su sobrino natural Juan de Ribagorça (Benabarre, 1457 – Monzón, 1528). Finalmente, Fernando murió repentinamente y sin tiempo de maniobrar (1516).