Tal día como hoy del año 1358, hace 665 años, en Norfolk (reino de Inglaterra), moría Isabel de Francia, que había sido reina consorte de Inglaterra por su matrimonio con el rey Eduardo II. Isabel era la cuarta hija del matrimonio formado por los reyes Felipe IV de Francia y Juana I de Navarra, y fue casada con tan solo trece años (1308) para evitar el estallido del conflicto anglo-francés por los dominios de Aquitania. Según las crónicas de la época, Isabel era una chica con una extraordinaria inteligencia y una gran belleza física. Según las mismas fuentes, ello explicaría el apelativo que le pusieron en la corte de Londres: "la Loba de Francia".

Eduardo II, marido de Isabel, era nieto de Leonor de Provenza, de la casa Bellónida provenzal de origen catalán, reina consorte de Inglaterra por su matrimonio con Enrique III e introductora de la bandera cuatribarrada al heráldico inglés. Eduardo II superaba en once años la edad de su esposa, pero esa no fue la causa de los frecuentes desacuerdos conyugales, sino las preferencias de Eduardo por sus amigos íntimos de la corte. Según la investigación historiográfica, el rey Eduardo mantuvo relaciones sentimentales con los Despenser (padre e hijo) y con Pierre Gaveston. Esos "favoritos" eran de origen humilde, lo que crearía un fuerte descontento en la corte de Londres, que Isabel aprovecharía para su beneficio político.

Isabel, como Eduardo, también tenía un remoto origen catalán. Era bisnieta del rey Jaime I y, por lo tanto, sobrina de segundo grado del rey Jaime II. Desde el momento de su llegada a Londres, intentó expulsar de la corte a los "favoritos" de su marido. No lo logró, de forma definitiva, hasta transcurridos casi veinte años. Isabel había huido a las posesiones inglesas de Aquitania, y con su amante, Roger Mortimer, y con la complicidad de la aristocracia inglesa, desembarcó en Inglaterra con un ejército (1327) y depuso y sustituyó a su marido por su hijo (Eduardo III). Gaveston ya había sido asesinado unos años antes (1312) por los aliados de Isabel, pero después del retorno de "la Loba de Francia", Eduardo II moriría de inanición en la cárcel y los Despenser serían ejecutados.