Tal día como hoy del año 1980, hace 45 años, al exilio de Guadalajara (México); moría Joan Garcia Oliver; que, durante la Guerra Civil española (1936-1939) había sido —con Federica Montseny— el líder del anarquismo catalán. Después de la guerra urbana de Barcelona —entre las fuerzas leales a la Generalitat y los militares golpistas (19 y 20 de julio de 1936), que se saldaría con la victoria de los primeros—, impulsó la creación del Comité de Milicias Antifascistas —el gobierno de facto de Catalunya durante el llamado periodo revolucionario (julio, 1936 – mayo, 1937)—.
Durante esta etapa, Garcia Oliver renunció a los postulados del anarquismo y ejerció responsabilidades de gobierno. Fue consejero de Guerra del gobierno revolucionario catalán y uno de los creadores de las temibles Patrullas de Control, que saquearían y asesinarían más de 8.300 personas en la retaguardia republicana catalana. Y fue ministro de Justicia del gobierno central de la República y ordenó la destrucción de todos los expedientes penales y la excarcelación de todos los presos comunes con el propósito de incorporarlos a las columnas revolucionarias que combatían a la guerra.
Joan Garcia Oliver había nacido en Reus en 1902 en una familia muy humilde, formada por Josep Garcia, de Xàtiva y trabajador de La Fabril Algodonera, nombrada popularmente Vapor Nou; y Antonia Oliver, de Reus y trabajadora en varios obradores textiles de la ciudad. Garcia Oliver trabajó desde los ocho años en varios oficios, hasta que en los quince se marchó a Barcelona y va se inició como camarero. En el desarrollo de esta profesión empezaría su carrera sindical. A través del Sindicato de la Alimentación de la CNT se convertiría en un destacado activista anarquista.
Durante los años de plomo del pistolerismo (1919-1923) que culminarían con el asesinato del Noi del Sucre, radicalizó su postura y acabó formando del grupo terrorista "Los Solidarios" (1923-1931). Estuvo encarcelado en varias ocasiones y con la proclamación de la República (1931) fue amnistiado e inició su carrera política. Durante esta etapa, facilitó el desembarque de la FAI (Federación Anarquista Ibérica) que fagocitaría la CNT y sabotearía, con permanentes vagos salvajes, la obra de gobierno de la recién restaurada Generalitat (1931-1939).
A finales de la década de 1970, retornó puntualmente a Catalunya y durante la asistencia a un mitin de la CNT se le atribuiría la frase "en nuestra época (antes del fin de la Guerra Civil) la gente que iba a nuestros mítines hablaba en catalán, y ahora veo que todos los que vienen se pasan el día hablando en castellano".