Tal día como hoy del año 1623, hace 400 años, en Vallfogona de Riucorb (Conca de Barberà), moría Francesc Vicent Garcia i Ferrandis, conocido popularmente en el ámbito catalán, incluso en su época, como el rector de Vallfogona. Vicent Garcia había sido rector de la parroquia de Santa Maria de Vallfogona, había sido un poeta prolífico (contemporáneamente se lo considera la máxima figura de la literatura barroca catalana) y había sido un destacado dirigente del partido bandolero nyerro, liderado por la baja nobleza catalana arruinada por la Revolución remensa (finales del siglo XVI) y enfrentado al partido bandolero cadell, dirigido por las élites de los gremios urbanos.

Precisamente esta faceta bandolera suya es la más desconocida. Durante sus años en el seminario de Vic (finales del siglo XVI), entró en contacto con los dirigentes nyerros. En aquel conflicto de larga duración (mediados del XVI – mediados del XVIII), la diócesis de Osona siempre estuvo en manos de los nyerros —incluso durante el gobierno del obispo Sala i Robuster (1598-1607)— jefe político del partido cadell. Garcia, plenamente identificado con el partido nyerro durante toda su existencia, cultivó amistad con capitanes nyerros, como Pere Roca d'Oristà "Perot lo lladre" o "Perot Rocaguinarda", de quien dejaría escrito que era "lo millor pillard del cristianisme".

Esta relación con el bandolerismo sería la que lo conduciría a una muerte prematura (tenía 43 años). Vicent Garcia había servido como enlace entre el bandolerismo nyerro y las altas instancias del poder hispánico en la planificación y obtención de grandes botines del erario real, que se repartían entre los dirigentes de aquella trama delictiva. En este cometido, Vicent Garcia realizó muchos viajes a Madrid para entrevistarse con su amigo Lope de Vega, enlace del duque de Lerma, ministro plenipotenciario de la monarquía hispánica. A la vuelta de uno de estos viajes, fue envenenado en Zaragoza y a duras penas pudo llegar a Vallfogona para morir.