Tal día como hoy del año 911, hace 1.109 años, moría en Barcelona el conde dependiente Guifré II, que había sido el primer conde carolingio catalán que había recibido el gobierno por herencia. Su padre Wilfredo I (llamado el Velloso) había sido el último conde que había gobernado por nombramiento de la corte carolingia, el instaurador de la transmisión por herencia de la dignidad condal y el iniciador de la estirpe Bellónida o Berenguer que gobernaría los condados catalanes (dependientes e independientes) hasta 1410.

Wilfredo II sería, también, el primer conde bellónida de la familia imperial carolingia. Su madre, Guinidilda d'Empúries, era hija de la condesa dependiente Judit de Flandes, nieta del rey francés Carlos el Calvo, bisnieta del emperador Luis el Piadoso (que el año 801 había incorporado Barcelona al Imperio franco) y tataranieta del emperador Carlomagno (fundador de los primeros condados catalanes). Por lo tanto, Wilfredo II sería primo en segundo grado de su rey contemporáneo, Carlos III de Francia (denominado el Gordo).

Con Wilfredo II se había inaugurado la relación de parentesco entre las estirpes de Aquisgrán y de Barcelona, que en el futuro resultaría decisiva. Durante las crisis de poder en el reino de Francia (centuria del 900), los Bellónidas catalanes siempre se mantuvieron leales a la familia real carolingia, y cuando, finalmente, esta estirpe fue relevada del poder por los Capetos (987), los condes catalanes (Borrell II y sus sucesores) dejaron de jurar vasallaje a la monarquía francesa.