Tal día como hoy del año 2001, hace 17 años, moría a causa de un accidente de tráfico Francisco Javier Urruticoechea Fernández, más conocido como Urruti, que había defendido la portería del FC Barcelona entre 1981 y 1988. Urruti murió con 49 años mientras conducía su vehículo, en las rondas de Barcelona. Urruti sería, sin embargo, especialmente recordado por un penalti que paró y que significó la confirmación del título de Liga para el club blaugrana después de cinco años de sequía. Era el 24 de marzo de 1985, en un partido de Liga que enfrentaba el Real Valladolid y el FC Barcelona al terreno de juego de la capital castellana.

A pocos minutos del final, el árbitro del partido señaló una pena máxima contra el FC Barcelona, que vencía momentáneamente por 1-2. Aquel penalti hizo cernir la sombra de una cultura de fatalismo histórico profundamente arraigada entre la masa social blaugrana de aquellos años. Pero el paro de Urruti desató una gran euforia, que quedaría especialmente reflejada con el clamor espontáneo del comentarista radiofónico Joaquim Maria Puyal: "Urruti, te amo". Esta expresión se convertiría en un tótem de la afición blaugrana que trascendería la propia carrera futbolística de Urruti; y convertiría su figura en un mito de la historia del FC Barcelona.

Urruti, nacido en Donostia (Euskadi) en 1952, se había formado profesionalmente a las categorías inferiores de la Real Sociedad. La extraordinaria valía del otro portero "txuri-urdiñ" Luis Miguel Arconada le cerró el paso a la titularidad; y eso lo llevaría a abandonar su club de siempre para progresar deportivamente en otro lugar. Llegaría a Catalunya el año 1977, como portero del RCD Espanyol; y sería el titular de la portería blanquiazul durante cuatro temporadas. Finalmente, en 1981, ficharía por el FC Barcelona, inicialmente como suplente de otro portero vasco: Pedro María Artola. Pero su extraordinaria calidad y su fuerte personalidad lo llevarían a la titularidad indiscutible.