Tal día como hoy del año 1631, hace 391 años, en Magdeburgo (entonces Principado independiente de Magdeburgo y actualmente land de Sajonia-Anhalt, en Alemania), un conglomerado de tropas católicas formadas mayoritariamente por los Tercios de la monarquía hispánica de Felipe IV, rompían las defensas de la ciudad, penetraban en el interior de la trama urbana y se entregaban a una brutal masacre que se saldaría con el asesinato de 20.000 civiles (el 70% de la población de Magdeburgo). Aquella masacre fue ordenada por el mariscal hispánico Juan Tserclaes, conde de Tilly, llamado "el monje con armadura".

Aquel ataque se produjo en el contexto de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), que enfrentaba a las dos principales potencias europeas (las monarquías hispánica y francesa) y sus respectivos aliados, para dirimir el liderazgo continental. El territorio del Sacro Imperio Romano Germánico (un rompecabezas de principados independientes católicos y luteranos) fue uno de los principales escenarios de aquel conflicto; y la religión fue un pretexto recurrente para perpetrar masacres. No obstante, la de Magdeburgo superó, de largo, todas las que se habían cometido con anterioridad.

Tilly ordenó el saqueo y masacre de Magdeburgo para satisfacer a la tropa, que hacía meses que no cobraba la paga. Aunque la población civil luchó calle a calle y casa a casa con todo tipo de armas y utensilios, no pudo evitar aquel brutal baño de sangre. Los robos, los incendios, las violaciones y los asesinatos perpetrados por la tropa hispánica redujeron a cenizas y a muerte la que había sido una de las ciudades más ricas de la Europa central, y anticipaban, claramente, la conducta de los ejércitos de Felipe IV en la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59) con la población civil catalana.