Tal día como hoy del año 1713, hace 308 años, la sesión plenaria de los Tres Comunes del Principado (la máxima representación política del país, equivaliente al actual Parlament) votaba la posición de Catalunya en relación a la nueva situación creada después de la firma de los Tratados de Utrecht, que habían certificado la retirada del conflicto sucesorio español (1701-1715) de las potencias de la alianza internacional austriacista. Después de la firma de aquellos tratados, los austríacos, los británicos y los neerlandeses habían evacuado las últimas tropas del Principado (30/06/1713) y Catalunya se había quedado sola contra las monarquías borbónicas de Francia y de España.
En aquella sesión, celebrada en Barcelona, los 120 representantes políticos catalanes pusieron a debate y votación las dos posibles salidas de Catalunya a la nueva situación: la negociación de una capitulación honrosa y el intento de conservar el autogobierno del país o la resistencia a ultranza hasta las últimas consecuencias. Después de un acaloradísimo debate, con posturas muy separadas, el resultado fue de 75 votos a favor de la resistencia a ultranza y 45 a favor de una capitulación honrosa. Durante la quincena anterior al debate y votación (desde los pactos secretos de evacuación de Cervera), las tropas ocupantes borbónicas habían avanzado desde la Segarra hasta el plano de Barcelona.
La historiografía nacionalista española ha criticado duramente aquella decisión, tildándola de suicida y de provocar un sufrimiento y un sacrificio innecesarios. Pero la investigación historiográfica moderna ha revelado que la resistencia a ultranza tenía un propósito: ganar tiempo para que las legaciones diplomáticas catalanas en Viena, en la Haya y en Londres consiguieran que las potencias de la extinta alianza internacional austriacista reconocieran un estatus particular para Catalunya: o bien convertir el Principado en un estado del archiducado independiente de Austria (la opción preferida) o en una república independiente bajo la protección de Gran Bretaña.