Tal día como hoy del año 1938, hace 82 años, la Sociedad de Naciones (el organismo internacional precedente de la actual ONU) emitía un comunicado que condenaba duramente los bombardeos aéreos franquistas sobre la población civil catalana. Desde que se había iniciado el conflicto civil español (1936), las aviaciones nazi alemana y fascista italiana —aliadas del bando rebelde— habían bombardeado repetidamente las tramas urbanas de las ciudades de Catalunya, y causaron miles de víctimas civiles.

Aquella resolución de la Sociedad de Naciones era el resultado del informe redactado por los consulados británico, francés y norteamericano en Barcelona, después de los terribles bombardeos sobre la capital catalana del 30 de enero y del 16, 17 y 18 de marzo de 1938. El primero de aquellos bombardeos alcanzó de lleno la escuela de Sant Felip Neri, causó la muerte de 30 niños y 10 profesores, y murieron, en total, más de 200 personas. En el ataque aéreo de marzo de 1938 se contabilizaron más de 1.000 muertes y más de 500 heridos.

La Sociedad de Naciones también condenó el bombardeo sobre Lleida del 2 de noviembre de 1937, que había sido el primer ataque aéreo contra la población civil catalana. En aquel ataque, las bombas tocaron de lleno el Liceo Escolar (donde mataron a 48 niños y 10 profesores) y el Mercado de Sant Lluís (que causaría la muerte de más de 200 personas entre paradistas y clientes). La condena de Sociedades de Naciones no aceptaba el pretexto del mismo Franco, que lo pretendía justificar argumentando que había sido un error.

Pricolo, jefe de los pelotones aéreos del régimen fascista italiano en la guerra española, dejaría en evidencia a Franco, cuando después de los ataques proclamó: "Hay que crear una sensación de terror inmediato entre la población enemiga (la catalana), destruyendo continuamente los centros urbanos, todas las fuentes de vida y someterlos a una pesadilla de la cual no puedan despertar y que los obligará a rendirse". A pesar de la condena, los bombardeos franquistas continuarían y durante los meses siguientes serían brutalmente masacradas Reus, Tarragona, Granollers y Girona.