Tal día como hoy del año 1939, hace 81 años, en el contexto de los meses inmediatamente posteriores a la ocupación franquista de Catalunya, la Guardia Civil detenía a Juan Rivas Valle, acusado de dirigir un pelotón del sindicato anarquista FAI que, al estallido de la Guerra Civil (1936-1939), había secuestrado al cardenal-arzobispo de Tarragona Francesc Vidal i Barraquer. Aquel pelotón se había desplazado desde L'Hospitalet de Llobregat al monasterio de Poblet (donde estaba refugiado Vidal i Barraquer), con el propósito de detenerlo y asesinarlo. En aquella maniobra delictiva también secuestraron al vicario general Salvador Rial y al obispo auxiliar Manuel Borràs.

Este secuestro se había producido en el contexto del golpe de estado perpetrado por el Comité de Milicias Antifascistas contra el gobierno de la Generalitat (20 de julio de 1936) que se había traducido en la suplantación de las fuerzas de orden público (Mossos d'Esquadra, Guardias de Asalto, Guardia Civil) por las llamadas Patrullas de Control, formadas —en muchas ocasiones— por elementos revolucionarios incontrolados y por ladrones y saqueadores. No obstante, la misma información que publica la detención de Rivas Valle (La Vanguardia Española, 06/06/1939), y a diferencia de la extensa relación de detenciones que se detallan en aquella nota de prensa, no se hace constar la filiación política o sindical del secuestrador.

Vidal y Barraquer salvó la vida gracias a la rápida intervención del president Companys y del conseller Gassol, que —avisados por el médico local Joaquim Guitert— negociaron su rescate, y lo embarcaron en dirección a Italia. Nunca se ha conocido el contenido de aquella negociación (con los líderes de la CNT-FAI), pero los detalles que se conocen apuntan, claramente, hacia los vasos comunicantes entre la FAI y la Falange (con la oposición de la CNT, el socio sindical de la FAI), que tenían el objetivo de crear un estado de terror que tenía que generar una desafección social hacia las instituciones de gobierno catalanas.